La mirada de la esposa de Revenga se fijó, nublada y húmeda, en el Belén, y la luz de la estrellita, colgada sobre el humilde Portal, la atrajo hacia el grupo que formaban el Niño y su Madre. Isabel lo contempló
despacio, y un cuchillo aguado de dolor se le hundió en el pecho.
Emilia Pardo Bazán
Tan
despacio avanzaba, que el jinete tuvo tiempo de observar sobre las cabezas de los tres jornaleros algo que le llamó la atención.
Emilia Pardo Bazán
Los bandidos retrocedieron espantados. Parrón se apeó muy
despacio, descolgó su escopeta de dos cañones, y, apuntando a sus camaradas, dijo: - ¡Imbéciles!
Pedro Antonio de Alarcón
Y, exhausto se deja caer sentado en la arena albeante, rodeando con los brazos las piernas de su hijo. La criatura, así ceñida, queda de pie; y como comprende el dolor de su padre, le acaricia
despacio la cabeza: —Pobre papá...
Horacio Quiroga
DON JUAN Pues, y de las monjas. LA MONJA Decídmelo. DON JUAN Es imposible; despacio ha de ser y a solas, y pronto, pues urge mucho. LA MONJA ¡Ay Dios!
Y entré en mi cuarto
despacio y profundamente asombrada de sentirme caminar y de ver lo que veía, porque en ese instante había decidido morir.
Horacio Quiroga
Yo fui ese gas. Ahora soy lo que soy, y vuelvo a casa
despacio y maravillado. He tomado el café con mi hija en las rodillas, y en una actitud que ha sorprendido a mi mujer.
Horacio Quiroga
Y
despacio, con rabia fría, le extendieron las palmas sobre el brasero, avivado por llamitas cortas, en que se evaporaba la resina del pino.
Emilia Pardo Bazán
Y esto diciendo, Daniel empujó suavemente a su interlocutor hacia la calle, recogió sus trebejos muy
despacio y comenzó a cerrar con dobles cerrojos y aldabas la puerta de la tiendecilla.
Gustavo Adolfo Bécquer
Eutifrón: No sólo éstas, Sócrates, sino muchas otras, como te dije antes, que te explicaré si quieres, y que te sorprenderán bajo mi palabra. Sócrates: No me sorprenderán; pero tú me las explicarás en otra ocasión que estemos más despacio.
Olalla muerta en el árbol. Tinteros de las ciudades vuelcan la tinta despacio. Negros maniquíes de sastre cubren la nieve del campo en largas filas que gimen su silencio mutilado.
Lo que pasó dentro de él Entre el infante y Egica Nadie en Toledo lo esplica Ni se halla en ningun papel. Ello es que don Godofredo De un hora tras el despacio, Volvió á salir de palacio, Y se ausentó de Toledo.