Por eso, ayer charlaba con Carlitos Zannini cuando volvíamos en el helicóptero a Olivos y como a la tarde tuve la visita de un querido amigo, monseñor Alejandro Bucolini, que fue obispo de Santa Cruz durante los 12 años de gestión de Néstor, está muy enfermito, muy lúcido pero muy chiquitito, era un hombre imponente, grande y el Parkinson y la edad lo ha derrumbado, pero está maravillosamente lúcido y con mucho amor y con mucho afecto, me trajo una Virgen también, y yo cuando me subía al helicóptero le comentaba eso a Carlos y le decía "bueno, mirá, dentro de todo lo que me consuela es que él no hubiera tal vez soportado verse así deteriorado", bueno, porque era una persona muy orgullosa y muy erguido.
17 Oh Colonia, que deseas en tu puente largo divertirte y bailar preparado tienes, pero temes las ineptas piernas del puentecillo, erguido sobre ejecillos resucitados, no boca arriba vaya y en el cavo pantano se tumbe: así para ti bueno, según tu placer, el puente se haga, en el que de Salisubsal los sacrificios incluso sean acogidos, pero el presente este a mí da, Colonia, de la más grande risa.
Lo mismo hace la fortuna, la cual busca los más fuertes y que le sean iguales: a los otros déjalos con fastidio: al más erguido y contumaz acomete, poniendo contra él toda su fuerza.
Le repito mi agradecimiento. Y saludó como un gran señor, alejándose
erguido, lo mismo que en los días más hermosos de su opulencia.
Vicente Blasco Ibáñez
Sólo con este pensamiento hecho carne de realidad, podemos hacer de cada punto fronterizo un dique, una muralla y un baluarte inexpugnable, donde se mantenga erguido y ondulando perpetuamente el emblema nacional.
Por último, impaciente, dio un manotón a su nieto que lo hizo rodar por tierra. Desde allí Enrique observó al viejo que, erguido como un gigante, miraba obstinadamente el festín de Pascual.
Por el contrario, empujados y oprimidos por el potente movimiento que la población ha tomado allí en los últimos años, van abandonando el territorio: ya tiene el raquero cien Argos que le contemplan, y no puede pasearse erguido como antes, señor de aquella ínsula remota.
En él armado aparece, deslumbrando la palestra, el de Lombay, revolviendo una berberisca yegua, y con la pica en el ristre, haciendo tan altas pruebas, que de palmadas y vivas el vulgo la plaza atruena. Sobre las lucientes armas una banda lisa y negra, y negros los martinetes del
erguido casco lleva.
Ángel de Saavedra
Francisco cosía los rotos de los zapatos, les echaba medias suelas, siempre pegado a un taburete, que parecía formar parte de su cuerpo, tan encorvado como si nunca hubiese tenido erguido el espinazo.
De pronto, mientras avanzaba desde la orilla, se encontró frente a un nuevo y formidable adversario. A la vuelta de un sendero, con las orejas tiesas y las patas delanteras colgantes, muy erguido, estaba sentado un conejo.
El general meneó la cabeza con aire dubitativo, salió a dar un paseo a caballo, con el ordenanza siguiéndolo a distancia conveniente, y él más
erguido que de costumbre en el soberbio corcel.
Hans Christian Andersen
El "Journal des Nations", el importante y siempre erguido diario internacionalista de Ginebra, comentando nuestra singular actitud dijo, entre otras cosas (20 de abril): "...