Los coches conducen por la izquierda (por influencia británica) y casi todos los coches están acondicionados para esta forma de conducción, lo que puede resultar un engorro para los nuevos residentes y visitantes procedentes de países donde la conducción por la derecha es la norma, como Estados Unidos y Puerto Rico.
La mayoría de las piezas eran demasiado altas y por esto mismo podían ser fácilmente volteadas provocando por esto un engorro durante el juego.
En palabras del propio Delibes, es, junto a la niña chica, el verdadero inocente de la historia, pues "era un engorro, como otra criatura", según menciona Régula.
El debate público sobre las responsabilidades y la propaganda antialfonsina de los socialistas... no podía dejar de convertirse en un engorro insoportable para el monarca".