Sabía Gayoso que Inesiña era la víctima, la oveja traída al matadero; y con el feroz
egoísmo de los últimos años de la existencia, en que todo se sacrifica al afán de prolongarla, aunque sólo sea horas, no sentía ni rastro de compasión.
Emilia Pardo Bazán
El hambre y la peste reinarán sobre la tierra y el hombre será la causa de estos sufrimientos, su ambición desmedida, vanidad exagerada y su
egoísmo...
Antonio Domínguez Hidalgo
solo... ¡Todos estamos solos! Nadie quiere compartir la soledad ¡Qué
egoísmo de solitarios! Y el loco de mente normal deslloró.
Antonio Domínguez Hidalgo
—¡Vivir, tonto!—murmuró—. ¡Vivir para querernos mucho! El la envolvía en una mirada ávida, con fiero
egoísmo masculino. —Sí; vivir contigo...
Vicente Blasco Ibáñez
Nos lamentamos, pero nuestro
egoísmo, al ver que no nos toca de cerca el peligro, hace que las palabras no tengan eco en el pensamiento.
Vicente Blasco Ibáñez
Los primeros conductores de hombres fueron los guerreros: esto es indudable. Las hordas, obligadas a pelear para poder vivir, acataron, por
egoísmo y espíritu de conservación, la autoridad del más bruto.
Vicente Blasco Ibáñez
La sabida eterna lucha entre Tezcatlipoca y Quetzalcoatl, no era exactamente la mitificación pregonada de la lid entre el bien y el mal, en sentido euroasiáticoafricano, sino la guerra florida entre permanecer entidad biológica indiferente, sierva de los placeres sensoriales de nuestra animalidad (comida, bebida, sexualidad, diversión, egoísmo) o trascender rumbo al perfeccionamiento del todo natural, social y cultural.
Ustedes no saben lo que es un matrimonio de cantantes. El egoísmo haciendo gorgoritos. Ni cariño, ni corazón, ni nada; la voz, sólo la voz.
Era el que había conservado incorrupta su mente, distante del egoísmo y de la vanidad, y había utilizado su cuerpo para vitalizar su magnitud creativa.
Desde el umbral de la gloria que han alcanzado, ellos se vuelven hacia nosotros estoicamente y nos señalan la ruta inmensa que habremos de proseguir para merecer la magnitud de su espléndido sacrificio: servir; servir en el trabajo y en la concordia, como ellos sirvieron en las batallas. Vivir; vivir unidos, sin egoísmo y sin rencores, como ellos —sin egoísmo y sin rencores— se unieron para morir.
Así, en el deambular de cualquier persona por escuelas, fábricas, talleres, comercios, oficinas, centros de diversión, etcétera, se observa que la gente se mueve, no por la cultura que la escuela debía haberle proporcionado, sino por el abanico de rasgos destructivos mencionados, consecuencias educativas de esa pedagogía que considera al hombre como centro del universo: egoísmo, egolatría, narcisismo, vanidad, envidia, ambición, crítica dilapidante sin ejemplo, vacuidad, desolación, agresión, nadismo, existencialismo, miseria espiritual.
Si el Gobierno tiene serias responsabilidades, el pueblo debe compenetrarse de las suyas, las cuales no se ubican en los ámbitos del egoísmo y de la sistemática crítica destructora.