La joven, que desde el pasillo había ya fijado los ojos en Morán, avanzaba hacia él con la misma absoluta falta de cortedad de su hermana.
¡Ay, cielos, si sospechas no averiguo, más mal hay del que pensaba!) La cortedad, señor mío, tan propia en las de mi edad, y más con no conocidos, han puesto freno en la lengua si bien palabras animo.
Comenzaron a enflaquecerse en su alma las esperanzas que de ser su esposo su madre le había dado, temiendo que a la
cortedad de su ventura habían de corresponder las promesas de su madre.
Miguel de Cervantes Saavedra
La institución del jurado ha parecido del todo inadecuada a nuestra situación social, a la cortedad de nuestros recursos y a nuestra falta, sobre todo en los pueblos de segundo orden, de ciudadanos competentes que pudieran ser llamados a desempeñar las delicadas funciones de hombres buenos.
Caín, que había lamentado mucho todas aquellas catástrofes, y que había socorrido con la cortedad propia de su peculio y de su egoísmo a las apuradas huérfanas, había ido olvidándolas, no sin dejarlas antes en poder del sanísimo consejo de que «se dejaran de bambollas...
Náuseas le dan al pobre viajero de ver ante sí tanta abundancia, y más cuando todos le hostigan a que coma «sin
cortedad, porque no hay más», y cuando la señora y las niñas de casa le dan cada una con la punta del tenedor su correspondiente finecita.
Ángel de Saavedra
Ni cuando la noticia y las demás partes fueran las mayores de la tierra se pudiera asegurar cosa tan grande por la cortedad de la capacidad humana, y más en juicio de negocio que por naturaleza tiene inestabilidad y obliga a tener el día siguiente contraria opinión y opuesta a la precedente, y lo que alcanza a conocer la prudencia mayor y el más maduro discurso es esta calidad que he dicho para no afijarse en estas materias en opinión cierta, sino antes estar dispuesto a mudarlas conforme a los accidentes.
Animada la muñeca con los repetidos y extraordinarios favores que le prodigaba su ama, acabó de perder la cortedad, y por las noches, con mucho recato y cuando la viuda estaba durmiendo (porque la viuda dormía en el mismo cuarto que su hija), rompía a hablar y tenía con la muchacha las más agradables e inocentes conversaciones.
Se sentía muy contento, pero no podía menear su lengua. Cristina, por el contrario, hablaba como una cotorra, contándolo todo, y abrazó a Ib sin la menor cortedad.
La misma historia cuenta que Pedro Crescónides habia hecho donacion de una heredad situado "in pago Farensi" á la iglesia compostelana, y esta expresion corrobora lo que dejamos indicado de la importancia de la torre, y la cortedad del lugar que cerca de ella habia quedado.
La belleza de Picarilla impresiono vivamente el animo de Perfectísimo, que hizo a la joven esposa mil cumplimientos pero con tal frialdad y torpeza que los personajes de la corte, conocedores de la inteligencia y el ingenio del príncipe, quedaron atónitos y supusieron al ver la cortedad de su futuro soberano que el amor le había hecho perder su natural donaire.
Repitióse el murmullo de voces; discutian como si formasen consejo; oyéronse pasos, cada vez más cercanos, y se abrió la puerta de la sala de politicos, asomando por ella una gorra con galón de oro. -Don Juan -dijo el empleado con cierta
cortedad-, esta noche tendrá usted compañia...
Vicente Blasco Ibáñez