Ojalá que no lloviera. La temporada de aguas se hallaba en su auge y no había tarde en la cual no cayeran tremendos
chubascos. Ahora que si llovía, con eso de la humedad...
Antonio Domínguez Hidalgo
¡Ni en las tabernas había para él alternancia! Y, a todo esto, el cielo desplomándose en chubascos, y él temblando de frío... calado hasta los huesos...
El otoño finalizaba, y el cielo, fijo en sequía con
chubascos de cinco minutos, se descomponía por fin en mal tiempo constante, cuya humedad hinchaba el hombro de los mensú.
Horacio Quiroga
La vid con alegres pámpanos preserva los tiernos frutos del rayo del sol, del viento y de los chubascos turbios; mas si el labriego la priva de sus racimos maduros, al soplo del cierzo entrega la vid sus pámpanos mustios.
Estaban iluminados los balcones, y de la iglesia de los Dominicos salía entre cirios el Paso de la Cena. Aún recuerdo aquellas procesiones largas, tristes, rumorosas, que desfilaban en medio de grandes chubascos.
El suelo se humedecía cada vez más, porque el sol no tenía fuerza bastante para enjugarle después de los chubascos, cada día más fuertes y más frecuentes; las noches eran eternas, y sólo un sueño como los que últimamente dormía el de Madrid, era capaz de hacérselas pasar medio a gusto entre los silbidos del vendaval que penetraba fino y cortante por cada rendija de las innumerables que tenían las puertas exteriores del solariego palomar; las lumbradas que hacía el ama en la cocina solamente las soportaban ella y don Silvestre, acostumbrados a su calor desde la infancia: el forastero se abrasaba acercándose al fuego, y retirándose de él se le helaban las espaldas con el gris que corría en aquel inmenso páramo.
Muchas veces dos o más de estas causas simples suman sus efectos y el río, sobre todo después de haber recibido las aguas de varios afluentes importantes, experimenta una crecida compleja. Así es como los chubascos primaverales pueden agravar considerablemente una crecida nival.
El clima es caluroso con temperaturas de más de 30 °C durante todo el año, la combustión de gas natural de los pozos petroleros produce grandes cantidades de Dióxido de Carbono (CO2), lo que ocasiona un efecto invernadero, que hace de Cabimas un sitio más caliente que Maracaibo. El clima es seco la mayor parte del año, y durante la temporada de lluvias entre mayo y octubre caen fuertes chubascos.
Son fuertes y pueden causar perturbaciones atmosféricas tales como tormentas de truenos, chubascos, tornados, vientos fuertes y cortas tempestades de nieve antes del paso del frente frío, acompañadas de condiciones secas a medida que el frente avanza.
Las lluvias, en esta estación, son frecuentes pero no tan persistentes como en el invierno y se presentan bajo la forma de fuertes y copiosos chubascos.
En los puertos y fondeaderos que se encuentran a sotavento de las tierras altas, cuando los chubascos que soplan por lo alto encuentran quebradas o valles, bajan por ellos en forma repentina y violenta, a estos chubascos se les conoce como “williwaws”.
Los fuertes chubascos caídos tras el rechazo de la proposición de negociación inundaron las trincheras borbónicas, impidiendo cualquier posibilidad de lanzar un asalto general.