¿Ensancharme tenía, mi bien? Ahora lo verá, que me he fruncido y reunido de manera, que puedo voltear en un canuto de alfileres de puro angosto.
Cabizbajos nos retiramos, después que todo concluyo; y al voltear la vista vimos; con una congoja no menor, que en la calla Chacabuco, este fuego inquisidor, de otra construcción imponente, con malicia nos privó.
Una ocurrencia de Ferreiro hace tanto viento al correr que puede quitar todo el polvo de una vitrina y
voltear los sombreros de los hombres que se acercan a mirarla.
Gervasio Guillot Muñoz
Cuando en 1824, perdidos los castillos del Callao y en posesión de ellos Rodil, la anarquía entre rivagüeristas y torretaglistas y una larga serie de contrastes pusieron de mal cariz la causa de la república, se apresuró don Jerónimo a
voltear casaca, y frecuentando los círculos realistas, decía muy exaltado: -¡Qué canejo!
Ricardo Palma
Enseguida, todos aquellos que podían voltear una onda o blandir un chuzo alzáronse con presteza, armáronse y siguieron la voz del instrumento, que recorría el valle, traspasó las alturas y se detuvo, al fin, en la cañada sombreada de molles sobre la roca negra que los viejos decían ser un destello de la luna.
Fue un año inolvidable, aquel en que, desprendido de toda preocupación material, libre de toda idea de goce, de todo compromiso mundano, los días y las noches huyeron, divididos entre los largos paseos matinales por la avenida de pinos de la Universidad, la lectura de los filósofos de todas las edades, al mediodía, en la biblioteca silenciosa donde sólo se oía el voltear de las páginas, tornadas por las manos de los estudiantes, y las noches pasadas en el aposento silencioso del más noble de los amigos, disertando con él sobre los más apasionadores problemas que pueden solicitar al espíritu humano!
Un caballo guapo o bien amansado, capaz de galopar veinte leguas, sin resuello, o de voltear un novillo de una pechada, también le infundía respeto.
El zagal, después de guardarse en el zurrón un medio pan blanco y un trozo de carne de jabalí, y en el estómago un valiente trago de vino que le dio por orden de su señor uno de los palafreneros, despidióse de don Dionís y su hija, y apenas anduvo cuatro pasos, comenzó a
voltear la honda para reunir a pedradas los corderos.
Gustavo Adolfo Bécquer
Vivos parecen, con sus trajes de cuero de flecos y galones, y sus sombreros anchos con trenzado de plata y oro, y su zarape al hombro, de seda de color, vivos como si fueran a montar a caballo, los maniquíes del estanciero rico, del joven elegante que cuida de su hacienda, y sabe «
voltear» un toro.
José Martí
Abrir en ella caminos; voltear los gigantes árboles y sacar de ellos los tirantes para los edificios, los postes para los potreros de la hacienda, la leña para los futuros ingenios, el tanino para la curtiduría; y llegar poco a poco hasta la vía fluvial que permitiría llevar con poco gasto los productos agrícolas, ganaderos e industriales hasta los mercados del mundo entero.
Pero, después de tanto tiempo, le crié tal cariño a mi rancho viejo, que no me puedo decidir a voltear sus grietadas paredes, de las cuales se va borrando la pintura y cayendo el revoque, ni a devolver su polvo al polvo de donde ha salido, ni a hacer leña su esqueleto descuajaringado, dejando desvanecerse, en el humo de cada astilla, uno de los mil recuerdos alegres o tristes, de tantos años de vida, pasados bajo su techo de paja.
De allí le dejaron caer sobre los de abajo, y éstos, viéndole venir, se previnieron de suerte que caer y empezar a voltear como una rehilandera entre aquella turba todo fue a un tiempo.