Todo el que viola y atropella los derechos del pueblo es opresor del pueblo, y está en estado de guerra contra la soberanía nacional.
Entre nosotros no se viola la ley, no se desconoce la verdad, no se atropella el derecho, no se desnaturaliza y envilece, en una palabra, la función electoral fiscalizadora, por error producido por pasión nacida del interés político, por interés político proveniente de las convicciones y del anhelo del bien vinculado al predominio de un sistema o de un partido, como antes ha sucedido y en muchas partes sucede, no.
(Tiene que estar. La vecina lo dijo) ASQUEROSO CRIMINAL QUE
VIOLA A SU PROPIA MADRE. EL ÚLTIMO GRITO DE LA, MODA ES LLEVAR LA BOCA TAPADA, ESTILO ORIENTAL ESTIMABLE Y ORIGINAL COLECCIÓN DE ROPA INTERIOR, ÚNICA EN EL MUNDO, TIENE LA DESTACADA DAMA DE NUESTRA ALTA SOCIEDAD: DOÑA BEATA ABURRU DE LOS ALTOS MONTES Y DEL VALLE DE LAS LOMAS.
Antonio Domínguez Hidalgo
El Gobierno, para intensificar, en gran escala, la producción armamentista que le es ruinosa, pero que le es también indispensable para prepararse contra y para la fatal guerra futura, viola la ansiada reivindicación de las cuarenta horas; mientras los sindicatos, en represalia, decretan una huelga general que fracasa lamentablemente.
El juicio de amparo se seguirá siempre a instancia de parte agraviada, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo, siempre que alegue que el acto reclamado viola los derechos reconocidos por esta Constitución y con ello se afecte su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en virtud de su especial situación frente al orden jurídico.
Cuando por primera vez, y al pie de los citados versos, leí la firma de Alberto Navarro
Viola, me dije:— He aquí un niño que será, para las letras de su patria, no de los llamados, sino de los escogidos.— Y dóime la enhorabuena por haber acertado en mi pronóstico, yo que, en augurios de esta naturaleza, me he chasqueado muya á menudo.
Ricardo Palma
Nos decía el señor diputado Rocha que no se trata de algo novedoso el que se lance un decreto que viola tres artículos de la Constitución, el 28, el 73 y el 123, y tiene mucha razón el señor diputado Rocha, no se trata de algo novedoso, se trata de un atropello a la Constitución, que es cosa permanente, puesto que en la práctica ni el derecho al trabajo es una realidad, puesto que para ser taxista o vendedor de paletas u obrero de cualquier industria se requiere pertenecer a la CTM o, lo que es lo mismo, sacrificar su manera de pensar para uncirse al carro del PRI.
Mas solamente aquella fuerza de tu beldad sería cantada, y alguna vez con ella también sería notada el aspereza de que estás armada; y cómo por ti sola, y por tu gran valor y fermosura, convertido en
viola, llora su desventura el miserable amante en tu figura.
Garcilaso de la Vega
A D. Alberto Navarro
Viola) Era el 1.º de enero de 1826. La iglesia de las monjas mónicas, en Chuquisaca, resplandecía de luces, y nubes de incienso, quemado en pebeteros de plata, entoldaban la anchurosa nave.
Ricardo Palma
Pero del mismo modo, la extensión de los fueros parlamentarios más allá de donde lo exige la función parlamentaria, participa –como ya lo señaló la Comisión del Senado en el informe a que me he referido-del carácter de injusticia, que viola el principio constitucional según el cual todos los hombres son iguales ante la ley.
Si uno no es miembro de ese Consejo de Seguridad, seguramente, si no respeta alguna resolución o viola derechos humanos, mejor dicho, si viola derechos humanos en países con petróleo, porque cuando se violan los derechos humanos en países que no tienen petróleo ni ningún tipo de recursos o que juegan algún ajedrez especial en el sistema internacional, no pasa nada, señor Presidente.
Carta A su hermano Enrique) Si la carta del 7 de Febrero ha traído a mi corazón y a mi memoria el recuerdo de un antiguo compromiso:— juzgar á Alberto Navarro
Viola como poeta, siquiera sea lacónicamente, ya que el recargo de ocupaciones no me deja tiempo para discurrir largo y menudo, como mi cariño desearía, al ocuparme del merecimiento literario de un joven a quien traté siempre con paternal cariño.
Ricardo Palma