Te vas por la niebla del Otoño, virgen Como Inés, Cecilia, y la dulce Clara, Siendo una bacante que hubiera danzado De pámpanos verdes y vid coronada.
Y les dijo: Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. 25. Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la
vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios. 26.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Y tomada la relación, les daré sus cédulas, como he hecho aquí, y dejaré reformada aquella cibdad, por estar a punto para, en llegando el mes de enero del año que viene de quinientos e cincuenta y dos, pasar con la gente que pudiere -porque ya me han venido con estos navíos casi cient hombres, y remediádose muchos de potros, que ya hay en la tierra, y yeguas-, otras veinte leguas adelante, hasta otro río que se llama de Valdivia, e le pusieron este nombre las personas que envié a descubrir por mar aquella costa seis años ha, y poblaré otra cibdad y efectuaré en ella y en su perpetuación lo que en las demás, dándome Dios vid.
1. «Yo soy la
vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto.
La Biblia (Nuevo Testamento)
El hijo del jardinero y uno de sus amiguitos estaban en el invernadero, y al ver al insecto quisieron divertirse con él. Envuelto en una hoja de
vid, fue a parar a un caliente bolsillo del pantalón.
Hans Christian Andersen
De todos modos donde el doctor Ferreiro alcanzó verdadero aunque limitado eco – ya que la bibliografía édita que hemos citado, fue poco conocida – es en la conferencia de Buenos Aires desde la tribuna de la Junta de Historia y Numismática Americana sobre Filiación Histórica de las juntas de 1810 del 5 de diciembre de 1936 del que publicó un extracto La Nación – (Boletín de la Junta de Historia y Numismática Americana) vid.
Luego fo ella presta, adusso un buen panno, Panno era de preçio, nunqua
vid su calanno: Echomelo de suso, disso:non prendrás danno: Cuenta que te dormiste o que ioguist en vanno.
Gonzalo de Berceo
Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la
vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
La Biblia (Nuevo Testamento)
5. Yo soy la
vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.
La Biblia (Nuevo Testamento)
BOEDO-OJEDA: Alar del Rey, Bascones de Ojeda, Calahorra de Boedo, Collazos de Boedo, Dehesa de Romanos, Herrera de Pisuerga, Vid de Ojeda (La), Micieces de Ojeda, Olea de Boedo, Olmos de Ojeda, Páramo de Boedo, Payo de Ojeda, Pradanos de Ojeda, Revilla de Collazos, San Cristóbal de Boedo, Santa Cruz de Boedo, Santibáñez de Ecla, Sotobañado y Priorato, Villameriel, Villaprovedo.
Árbitro de montañas y ribera, Aliento dio, en la cumbre de la roca, A los albogues que agregó la cera, El prodigioso fuelle de su boca; La Ninfa los oyó, y ser más quisiera Breve flor, yerba humilde y tierra poca, Que de su nuevo tronco
vid lasciva, Muerta de amor, y de temor no viva.
Luis de Góngora
En mi casa, mi dormitorio tenía una ventana que daba hacia el jardín cuya única vid desmedrada y raquítica, de hojas carcomidas por el salitre, serpenteaba agarrándose en los barrotes oxidados.