Quizá algo de ello pueda ya vislumbrarse a través de esta otra anotación intrascendente que encuentro en el “Diario” llevado desde 1789 a 1793 por nuestro ilustre compatriota Francisco Xavier de Viana, en su viaje científico a bordo de la fragata “Descubierta” (año 1790): “Enero 7” – el marinero inglés Loftus falleció al día siguiente de haberle administrado a S.M. por viático… ¡Qué equívoca es la suerte del hombre y cómo se precipita para perecer en ella misma!
Y llegó el año de la peste; moría el pueblo bajo el sol; con su cortejo de enlutados pasaba al trote algún doctor y en un hartazgo dilataba su puerta «Los Hijos de Dios». La Terapéutica era inútil; andaba el Viático al vapor Y por exceso de trabajo se abreviaba la absolución.
Me atrevo a confesarte, hijo mío, que en el momento en que el venerable abad de Sanlúcar me administraba el viático, pensaba en la incompatibilidad de los dos poderes, el del diablo y el de Dios.
Pero la cómica, que había satisfecho ya su vanidad y capricho, obsequió el carruaje a la parroquia de San Lázaro para que en él saliese el párroco conduciendo el
Viático.
Ricardo Palma
Cuando pasaron todos, me levanté y seguí detrás. La campanilla del
viático ya resonaba en el confín de la calle. De tiempo en tiempo algún viejo devoto salía de su casa con un farol encendido, y haciendo la señal de la cruz se incorporaba al cortejo.
Ramón María del Valle-Inclán
A lo mejor una gacetilla anunciaba la grave enfermedad de aquel señor a quien, en efecto, Servando había notado un poco alicaído... Al obscurecer, una campanilla; el Viático.
Caprichos de esta naturaleza eran sobrado frecuentes en Carlos IV. Paseando una tarde en coche, se encontró detenido por el
Viático que marchaba a casa de un moribundo.
Ricardo Palma
El santo Viático entró en un pobre corral cercano a su casa, y cuando de allí salió, después de dejar el socorro del alma, entró el de la vida, que en persona fue a llevarle Luisa.
Todas las acciones que realizamos en el curso de nuestra existencia terrena las llevamos a la caja de ahorros, y cuando la muerte se detiene ante nuestra puerta con su carro de mudanzas y montamos en él con destino a la Eternidad, al llegar a la frontera nos da como pasaporte nuestro boletín de comportamiento. Como
viático saca de la caja de ahorros tal o cual de nuestras acciones, la más típica de nuestro proceder.
Hans Christian Andersen
Ya estaba ensillado mi caballo con las pistolas en el arzón, y a la grupa las vistosas y moriscas alforjas donde iba el viático para la jornada, cuando la Niña Chole reapareció en el patio.
Hasta la mañana del 31, en que hubo necesidad de administrar el
viático a un moribundo, no se descubrió la sustracción de la píxide.
Ricardo Palma
Hace bien, si tiene razón; pero yo lo deploro, porque el arte lo llora. ---- Notas : 17 : Más de setenta años. 18 : Recibido el Viático. 19 : Hecho y dicho rigurosamente históricos.