Vengan con nosotros y esparcien sus miradas por la radiante perspectiva que embellecen los viñedos en los declives de la montaña, el verdinegro olivar entre cuyas ramas deja oír la tórtola solitaria su ronco arrullo; el áureo rastrojo, en que el ganado sestea; los blancos caseríos y las eras limpísimas, donde llegado que sea el crepúsculo vespertino, rendirán las resecas mieses su grano de oro a los rudos requerimientos de la cobra regida por el trillador, que turbará la solemne quietud del atardecer con sus canciones.
De la Virgen y del salvaje León tocando, así pues, 65 las luces, a Calisto unida, la Licaonia, me torno al ocaso, conductora yo delante del tardo Boyero, que apenas en el vespertino, alto Océano se sumerge.
— Sustitúyase el artículo 110 de la Ley 22.248, el que quedará redactado de la siguiente manera: Artículo 110: La jornada de labor de la persona de hasta dieciséis (16) años deberá realizarse exclusivamente en horario matutino o vespertino.
Así fue abrumadora la impresión que recibieron los hijos de Cerdera, cuando, al salir un día del Hotel de Emigrantes, en el momento del crepúsculo vespertino, se encontraron en la Avenida de Mayo.
Aún vives en los rayos que se ultrajan en la calma de un paisaje
vespertino a medio día y en la lluvia que transforma las arenas en trigales que pregonan melodías.
Antonio Domínguez Hidalgo
COLEGIO NACIONAL TENICO “EUGENIO ESPEJO” El 5 de junio de 1979 se reúnen autoridades y padres de familia, profesores y alumnos para inaugura el año lectivo del colegio Mixto Vespertino sin nombre realizándose en los patios de la Escuela Ciudad de Loja con un total de 56 alumnos para el primer curso del ciclo básico.
Y luego, tardes eternas, de dulce tristeza silenciosa, en el mismo prado, hasta venir la noche, con el lucero
vespertino por testigo mudo en la altura.
Leopoldo Alas
Por miedo al fantasma encapuchado, las casas de ese barrio se cerraban a tranca y cerrojo con el último rayo del crepúsculo
vespertino.
Ricardo Palma
Diciembre Ayer, retirándome a mi choza con el crepúsculo
vespertino encontré a una joven campesina arreando a caballo, un pequeño hato de ovejas que se había alejado un poco del redil, en busca de alimento.
Esteban Echeverría
su nido busca silenciosa el ave por el bosque vecino, y en la torre lejana la trémula campana lanza el triste lamento vespertino...
Y aun a la misma criatura la conocen mejor allí, esto es, en la divina sabiduría, como en el arte o idea con que fue criada, mejor digo, que en sí misma, y, por consiguiente, a sí mismos mejor allí que en sí mismos, aunque también se conocen a sí en sí mismos, porque son criaturas y un ser distinto de aquel que los crió. Allí, pues, se conocen como un conocimiento diurno; pero en sí mismos, como un conocimiento vespertino, según dijimos ya.
Jerezanas, cuando el sol
vespertino amorate vuestros vidrios, y os heléis en el diario silencio del inútil combate, tomad las flechas de mi vida como hilas del pañuelo de un hermano para curar vuestra herida según la vieja usanza, y para abrigar el nido del pájaro consentido.
Ramón López Velarde