Cual espejo oxidado por un
vaho mortífero que deforma su antigua perfecta equis, las aguas de los riachuelos que culebreando la refrescaban y la vestían de jades, han quedado asiladas en tuberías descomunales que, posesivas, penetran sus podredumbres subterráneamente y la disfrazan de moderna.
Antonio Domínguez Hidalgo
A lo largo de las instalaciones se extendía un estercolero, de donde ascendía un vaho, y en el que entre las gallinas y los pavos picoteaban cinco o seis pavos reales, lujo de los corrales del País de Caux.
Entonces, los cimarrones coronaron la loma, dispersos, a paso de fiera, alargando cuanto podían sus pescuezos de erizados pelos como para aspirar mejor el fuerte
vaho de los declives.
Eduardo Acevedo Díaz
He dormido en la majada sobre un lecho de lentiscos embriagado por el
vaho de los húmedos apriscos y arrullado por murmullos de mansísimo rumiar; he comido pan sabroso con entrañas de carnero que guisaron los pastores en blanquísimo caldero suspendido de las llares sobre el fuego del hogar.
José María Gabriel y Galán
En aquel templo extraordinario, ante aquel apóstol bizantino, engastado en plata como una perla antigua, de plata el revestimiento del altar, la pesada esclavina, la enorme aureola, destacándose sobre un fondo de talla dorada inmenso retablo, con figurones de ángeles que tremolan banderas de victoria y moros que en espantadas actitudes se confiesan derrotados, mientras el colosal incensario vuela como un ave de fuego, encandiladas sus brasas por el vuelo mismo, y vierte nubes de incienso que neutralizan el vaho humano de tanta gente rústica apiñada en la nave...
Los soldados cubiertos de lodo exhalaban un vaho húmedo, de los ponchos: Bajaban sin formación por los caminos del monte: Desanimados y recelosos murmuraban que habían sido vendidos.
Lloran de hambre, tiemblan de frío, gimen de abandono, enseñan sus lacras, se cogen a la vestidura inconsútil de Cristo, se quieren abrigar bajo sus pies, reclinarse en su seno, agarrarse a sus manos pálidas y luminosas. Huelen mal, y su punzante
vaho de miseria envuelve y sofoca al Papa, siempre en oración.
Emilia Pardo Bazán
Había surgido de la bruma como un fantasma de piedra y, a pesar de la rigidez de su arquitectura, a pesar del vaho triste y fantástico que lo envolvía, reconocí enseguida un cierto aire de hospitalidad cordial que me serenó el espíritu.
Si las energías vitales de la muchacha, la flor de su robustez, su intacta provisión de fuerzas debían reanimar a don Fortunato, la decrepitud y el agotamiento de éste se comunicarían a aquélla, transmitidos por la mezcla y cambio de los alientos, recogiendo el anciano un aura viva, ardiente y pura y absorbiendo la doncella un
vaho sepulcral.
Emilia Pardo Bazán
Machacar serpientes es repugnante. El
vaho de los pantanos ambiciona llegar a nuestros pulmones. Los anillos del oxímaco sueñan con nuestra garganta.
Práxedis G. Guerrero
La tierra removida exhalaba vaho de horno, que los peones soportaban sobre la cabeza, envuelta hasta las orejas en el flotante pañuelo, con el mutismo de sus trabajos de chacra.
Las más de las veces no puede percibirlo su olfato, habituado al hedor del estiércol, al
vaho ardoroso de la tierra, al acre y enérgico aroma de los grandes vegetales.
Vicente Blasco Ibáñez