Se ruega a la secretaría traer ese texto para leerlo, se lea y se exhiba, En tanto, con el ánimo de no retrasar el debate, voy a suplicar que tome la palabra el señor diputado Monarres, que ya esta en la tribuna.
Antes queremos insistir una vez más en esta alta tribuna que no venimos a convertirnos aquí en defensores oficiosos y gratuitos de la banca afectada en sus negocios y propiedades, ni nosotros lo queremos ni ellos nos necesitan, y a ellos han recurrido al juicio de amparo, en el cual los mexicanos esperamos con expectación, a ver si todavía vivimos en un Estado de derecho y respeto a las normas y garantías Constitucionales, o si hemos dado un paso más hacia la dictadura y a la pérdida de nuestras libertades.
Estas y otras cuestiones a dilucidar saldrán en esta tribuna; cada partido político dará sus explicaciones de la crisis según el color del cristal con que se afoquen los problemas.
Quiero en primer lugar, señalar al compañero Vital Jáuregui, que hizo uso de esta tribuna por el Partido Demócrata Mexicano, que este país, nuestro país, es un país democrático, representativo y popular y tiene también un Presidente democrático, nacionalista y revolucionario.
Rechazamos, por lo tanto, enérgicamente, las expresiones calumniosas del diputado Vital Jáuregui, del PDM, rechazamos también a la contrarevolución, que hace uso de la democracia para negar a la democracia, rechazamos los argumentos de la contrarevolución, que viene a hacer uso de esta tribuna para defender a los banqueros, para atacar a la reforma agraria y para querer, por sobre todo, distorsionar una Constitución y un orden jurídico revolucionario a los fines de la contra revolución.
Miren, ayer en Charco Redondo, en el mitin de ayer —mejor dicho, fue hoy; porque iba a ser por la noche, pero fue de tres y media de la madrugada a cinco porque yo llegué a esa hora allá a Charco Redondo—, hubo un señor que se subió a la tribuna y quiso hablar para plantear un problema, y habló, y se paró uno que estaba en un caballo y dijo: “Ese es chivato.” Lo denunciaron varias personas.
Se ha establecido la tradición de que además de entregar ese informe escrito, el Presidente de la República aprovecha el honor que representa el estar ante esa alta tribuna de la nación para dirigir un mensaje a la nación toda: a los señores legisladores por supuesto, pero aprovechando los medios de comunicación masiva, a la nación toda, o por lo menos a quienes quieran escuchar el discurso.
Es un hecho, no la versión oficial; la versión de asociaciones de inquilinos de la Colonia Roma, de Tlatelolco, de la Colonia Morelos, es la versión de ello, y aquí en esta tribuna hay muchos de ellos.
Virtud a esto, yo quisiera que esta tribuna fuese real, objetiva, prácticamente la posibilidad y la concesión de hechos que vengan a beneficiar a esos mexicanos y también, por que no, a todos aquellos que no han sido afectados.
Siento que el momento no es otro más que de solidaridad nacional. Lamento que esta tribuna se tome como bandera para hacer promoción para lo que no se logró en su momento.
Entonces, señores diputados, son hechos que nosotros venimos a plantear aquí a la tribuna porque son hechos que han planteado los habitantes afectados por este desastre.
Pero todo esto debe tener un denominador común, un denominador común que en este momento hace que la verdad, mi intervención en esta tribuna sea verdaderamente producto de cierto enojo que me provoca al encontrar actitudes que pretenden tomar cuestiones personales cuando están las nacionales por encima de ella.