-Pues ponte en mi hombrito -le dijo la Princesa. Y le dio una torta. En seguida le volvió a preguntar: -¿Jorobita, quieres otra tortita?
pensó Juan Cigarrón cuando se halló en el calabozo. ¡Nunca me hubiese metido a zahorí, que me cuesta la torta un pan! Tres días de vida me quedan; ni uno más, ni uno menos.
196) = Había una vez, en una cabaña que estaba en mitad de un bosque enorme, un carbonero y una carbonera. Eran los dos muy desgraciados: el año había sido malo, y los pobrecillos no habían acumulado el suficiente pan de torta.
Al punto regresó el Rey a su palacio y mandó hacer una torta muy grande, que hizo rellenar toda de monedas de plata, y se la envió al molinero.
Cuando el molinero la vio, le dijo a su mujer: -Mira... mandaremos esta torta a nuestro compadre padre, que nos favorece mucho, y podrá favorecernos en adelante.
El molinero estaba picando la piedra, y diciendo: ::Pico, pico, ::a ver si me pongo rico. -¿No recibiste -le preguntó el Rey- una torta que te mandé?
-Está visto -dijo el Rey- que el que nació para pobre, por más que pique no ha de salir de su estado. Sabrás, hombre, como que la torta que te mandé estaba rellena de monedas de plata.
-No te aflijas -le dijo el Rey-, que te he de ver rico o poco he de poder. Dicho lo cual se volvió a su palacio real y le mandó al molinero una torta rellena de monedas de oro.
19 Y repartió á todo el pueblo, y á toda la multitud de Israel, así á hombres como á mujeres, á cada uno una torta de pan, y un pedazo de carne, y un frasco de vino.
Sin duda, así como, en vista del aserto irrefragable de Dozy, la alboronía viene de la Sultana Borán, la torta maimón y los maimones, que son unas á modo de sopas, deben provenir del Califa, marido de la susodicha Borán, el cual se llamaba Maimón, ya que no provengan del gran filósofo judío Maimónides, que era cordobés, y compatriota, por lo tanto, de los maimones, sopa, torta y bollo.
19 Después tomará el sacerdote la espaldilla cocida del carnero, y una torta sin levadura del canastillo, y una hojaldre sin levadura, y pondrálas sobre las manos del Nazareo, después que fuere raído su nazareato: 20 Y el sacerdote mecerá aquello, ofrenda agitada delante de Jehová; lo cual será cosa santa del sacerdote, á más del pecho mecido y de la espaldilla separada: y después podrá beber vino el Nazareo.
Ese establishment expulsa a los intrusos, y el tratar de aplicar orden después de tanto tiempo, puede ser como una torta después de un ayuno de treinta días, ya tiene la atmósfera de la situación una corteza de protección, que rechaza cualquier novedad, tanto mas la rechaza cuanto mayores sean los cambios, el orden siempre es doloroso, el orden implica la pérdida de algo, el orden es discriminar, declarar no importante a algo, para hacer más relevante lo que queda―.