El Cerote miró a su compadre de modo iracundo; su compadre era un tostón y un malahora, que lo sacaba de tino con su sonrisita siempre zumbona y con el retintín con que siempre le hablaba, y el día menos pensado iba a ocurrir en su portal una cosa estupenda.
La bella dama, deseando en vano verse de Rogelio en compañía, Marsella del ejército pagano casi dïariamente protegía, el cual, robando por montaña y llano, Linguadoc y Provenza recorría; mas ella con gran tino hacía oficio de gran guerrero y capitán propicio.
¿No comprendes, loca der to, loquita perdía, loquita de remate, que eso es jacer méritos pa que un día tenga el de los Espolones un enganche con cualisquiera Y pase una esaborición entre dambos y al tino le tengan que racionar en la cárcel y al otro que pespuntearlo en donde to lo mangonean los forenses?
Desde entonces, señores, me consagré por completo a la realización de este mandato, que en eco vibrante ha llegado de momento en momento de todos los ámbitos de la república y con toda modestia, pero en cumplimiento de mi deber, presento a la consideración pública - para que forme juicio sobre si he sabido interpretar y estar a la altura de tan importante misión - los amplios y honorables elementos que organicé en prosecución de esta reclamación de la patria, con todo el tino y prudencia que la situación requería en medio del más vivo espionaje y seguido en todos los momentos.
Me parece advertir, por lo tanto, y termino de abusar de la amabilidad del señor senador – que cuanto más se pormenoriza en la etapa de elaboración y de preparación del Tratado, más elogia la cautela, el tino, el ánimo de previsión, de estudio, de contracción de los organismos públicos que después habrán de dar los representativos de la voluntad popular el resultado de todo ese cambio de deliberaciones o de opiniones propias del trabajo de las etapas preparatorias, para que lo conozcan, estudien y juzguen.
El rey, cortés, en pie su arrojo aprueba lo abraza y besa; y de su maña y tino no le basta alabarlo y darle cuenta, pues quiere que en Damasco de él se sienta.
Pasé al fin por tu patria ¡Blanca hermosa! Y al punto en que te ví, ciego y sin tino Corriendo tras tu huella luminosa Perdí mi pensamiento y mi camino.
-Pues, señor juez, adelante, Y salga lo que saliere. Así diciendo don Juan Con la cuadrilla arremete, Sentando en ella sin tino Estocadas y reveses.
Todavía no se ha escrito contra los antiguos absolutamente nada de alcance, nada que posea profundidad, fuerza y tino; especialmente contra su poesía.
Lo aprehendió llena de repugnancia y lo arrojó lo más lejos que pudo, con tan mala suerte y tino, que fue a caer en la cabeza de un campesino que distraídamente sembraba en su chinampa.
Y ya olvidado el camino, Sin ver si pierde ó si avanza, Seguia huyendo sin tino, Luchando sin esperanza Contra su fiero destino, Cuando á la fin de la vega La triste sin poder mas Al agua lanzóse ciega; Y el hombre, que á tiempo llega, Lanzóse al agua detrás.
No se orienta con tino, o se le sobreprotege o se le abandona, y muy pocas veces se respeta la personalidad de quien está sembrado de dudas, pues sólo encuentra, o comparaciones y reprimendas, o excesivas facilidades que lo prostituyen.