Pasaré aquí de largo, a fin de que nadie tilde de licencioso este escrito, sobre las infernales artes con que La Caramba, industriada por los tres libertinos, excitado su amor propio, anhelante de la victoria, y prendada además de la gallardía e inocencia del casto mozo, se esforzó por avasallarle y rendirle a todo su talante.
Sabe que es de vista escasa Doña Sol: sabe por dónde, Cómo y cuándo marcha el Conde A buscar su dulce imán Y por hablillas del vulgo Conoce sin perder tilde Los amores de Matilde, Que a vela y a remo van.
Quiero pasar en silencio, por no molestar al lector y porque no me tilde de prolijo y tal vez de goloso, los hojaldres hechos de flor de harina y manteca de cerdo en pella; los multiformes bizcochos, entre los cuales sobresale la torta ó bollo maimón; los nuégados, los polvorones, las sopaipas, los almíbares y las perrunas, exquisitas, á pesar de lo poco simpático del nombre que llevan.
«Recibe (dijo) esa carta Que es una preciosa joya Y acata la diestra mano Que tales renglones forma: Haz lo que se dice en ella Sin perder tilde ni coma, Que es tu padre quien lo manda Y con su mandato sobra.» Abriendo el billete Isaura Duda y se conmueve y nota Que la carta es de su amante, Que contiene lindas trovas Y que exige muy de veras Una cita perentoria En aquella misma noche Cuando avance más sus horas, Dándole cumplido aviso Del modo con que mañosa Procurar debe a su amante Cumplimiento de sus glorias.
Acabamos de oír la palabra de vida, pero nos sorprende que, habiéndose dado a Enoch y a Elías el don de no morir, y de habitar hasta ahora en la mansión de los justos, sin que sus cuerpos sufran corrupción, al anciano José, el carpintero, tu padre carnal, de quien nos has dicho que refiramos su tránsito al otro mundo, cuando prediquemos el Evangelio a los pueblos; que le dediquemos cada año un día de fiesta santificada; que incurriremos en falta, si ponemos o quitamos la menor tilde a tu narración; y que, el día de tu nacimiento en Bethlehem, te llamó hijo suyo: nos sorprende, repetimos, que a tan sublime varón no lo hayas hecho inmortal como a aquellos otros dos, afirmando, como afirmas, que era un justo y un elegido, al mismo tenor que ellos.
Salió la monja del coro; don Gil con su pierna coja, salió acabada la misa, y don Juan, el alma loca de gozo, atisbó la reja citada, y buena juzgóla para el caso, en sí diciendo: «¿La niña, ¡eh!, si será tonta?» La media noche era dada, y aún tocaban a maitines los esquilones agudos con discordante repique, cuando don Juan de Alarcón, dichoso en amor y en lides, tomaba punto en la calle, despreciando la molicie de la cama, y sin cuidar de que en el vulgo le tilde la ronda, si se descubre o hay lance que le complique.
-objetó uno de los comensales, señorito venido de un pueblo próximo a pasar el día alegremente en M -. Conozco de sobra al marido de
Tilde, que es prima mía allá...
Emilia Pardo Bazán
No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. 5.18. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una
tilde de la Ley sin que todo suceda. 5.19.
La Biblia (Nuevo Testamento)
-suspiró, en chanza, el señorito-. Si a
Tilde la diese por ahí, soy capaz de apuntarme en lista con el número uno, así me rompiese la crisma el dueño legal.
Emilia Pardo Bazán
Mirad si hay más, que si mal no me acuerdo, ha de haber ahí un espanto de veinte escudos; está dada la mitad, y el esecutor es la comunidad toda, y el término es todo el mes en que estamos; y cumpliráse al pie de la letra, sin que falte una
tilde, y será una de las mejores cosas que hayan sucedido en esta ciudad de muchos tiempos a esta parte.
Miguel de Cervantes Saavedra
¡Al contrario!
Tilde no ha dado jamás que decir ni esto... No niego que esté engreída con su hermosura; lo está y mucho; pero su única pasión es la compostura, el adorno.
Emilia Pardo Bazán
Y la que entrega la mirada, lo entrega todo... Les repito a ustedes, y cualquiera se lo repetirá, que
Tilde no sólo es intachable, sino glacial e inexpugnable.
Emilia Pardo Bazán