En virtud de sus funciones, y sin tener que presentar plenos poderes, se considerará que representan a su Estado: a) los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Ministros de relaciones exteriores, para la ejecución de todos los actos relativos a la celebración de un tratado; b) los Jefes de misión diplomáticas, para la adopción del texto de un tratado entre el Estado acreditante y el Estado ante el cual se encuentran acreditados; c) los representantes acreditados por los Estados ante una conferencia internacional o ante una organización internacional o uno de sus órganos, para la adopción del texto de un tratado en tal conferencia.
-Y no es pa menos, marecita; ese hombre me es simpático y me esazona tener que darle el mal rato que le voy a tener que dar esta noche contra to el torrente de mi gusto.
Y la hombrá más grande que yo conozco del Niño es una de ésas que usté dice; una en que el hombre tuvo que darse la mar de contravapor pa no tener que buscarse una ruina.
Muchos hombres, por haber perdido a sus amigos, sus mujeres y sus hijos, han descendido voluntariamente a los infiernos conducidos por la sola esperanza de volver a ver a los que habían perdido y vivir con ellos, y un hombre que ama de verdad la sabiduría y tiene la firme esperanza de encontrarla en los infiernos, ¿se disgustará por tener que morir y no irá gozoso a los parajes donde disfrutará de lo que ama?
-Sus diré; a mí la cara de la Rosarillo me marnetiza, pero me desmarnetizo cuando veo lo alegre de ojos que es con toitos los hombres de güen ver y de güen empaque, y me pongo a echar la cuenta de los guantazos que voy a tener que dar por mor de ella y ná que me parece a mí que si me caso con ella se me va a gastar el pulpejo.
Porque ésos tiéen la condinga en el velo del paladar, y como ellos saben que el que lleva la bandera con los del Altozano es el Maroto, pos velay tú, no hay nadie que se atermine a dicirle ni pío. Y lo que yo te digo que como Dios no lo remedie, voy a tener que cerrar o traspasar el establecimiento.
a
tener que comer, que le asistía, con sujeción al artículo 10 del Convenio de Vergara, y, cuando ya no le quedó más que decir y comenzó a abanicarse en señal de tregua, apoderóse de la palabra el Marqués de los Tomillares y habló en los términos siguientes: (Pero bueno será que vaya también por separado su interesante relación, modelo de análisis expositivo que podrá figurar en la Sección Vigésima de sus obras: Cosas de mis parientes, amigos y servidores).
Pedro Antonio de Alarcón
Y de un modo tan agresivo hubieron de mirarse los dos viejos, que comprendiendo yo que en breve íbamos a tener que tocar el pito de carretilla, dejé el burlaero desde el cual sin ser visto acababa de oír el pintoresco diálogo, y colocándome entre ambos respetables contendientes, exclamé con voz la más ronca de mi reducido repertorio: -Vamos a ver si tenemos una miajita de quinqué y otra miajita de miramiento y otra miajita de lo que Dios manda y reparte.
Al aparecer, media hora más tarde, el sacerdote en la estancia, un silencio solemne imperó en ella; sólo se oía el estertor de la moribunda; ésta miraba con expresión de terror a don Leovigildo, que habituado a aquellas tristes escenas y a tener que poner un consuelo en todo el que se disponía a atravesar los aterradores umbrales, la contemplaba con serena expresión llena de amor y de dulcedumbre.
Dentro había dos personas, un hombre joven y guapo y una hermosísima muchacha; sentados uno junto al otro, deseaban no
tener que separarse en toda la eternidad; se querían con toda el alma, mucho más de lo que el mejor de los hijos pueda querer a su madre y a su padre.
Hans Christian Andersen
Debemos tener sumo cuidado de no cometer ninguna falta contra los dioses, por temor a tener que sufrir una segunda división y tener que ser como las figuras representadas de perfil en los bajorrelieves que no tienen más que media cara o como dados cortados en dos.
En efecto, Simmias y tú, Cebes, si yo no creyera encontrar en la otra vida dioses tan buenos y tan sabios y hombres mejores que los de aquí abajo, sería muy injusto si no me afligiera tener que morir.