El señor Secretario.- Resultado de la votación: 9 votos por la afirmativa, 9 por la negativa, 1 abstención y 2 pareos. El señor Alessandri Palma (Presidente).- Se va a repetir la votación, pero antes quiero retirarme de la Sala.
-De esa manera -dijo la prudentísima Angustias-, podréis veros y charlar los dos enfermicos, y nos será fácil a Rosa y a mí atender a ambos desde la
sala, la noche que a cada una nos toque velaros.
Pedro Antonio de Alarcón
Los jueces del Honorable señor Neruda, en este caso, no están en esta sala; están en el edificio de enfrente, en los Tribunales de Justicia.
Artículo 50- Los diputados durarán en su representación por cuatro años, y son reelegibles; pero la Sala se renovará por mitad cada bienio; a cuyo efecto los nombrados para la primera Legislatura, luego que se reúnan, sortearán los que deberán salir en el primer período.
En aquel momento Poros, embriagado del néctar (porque entonces todavía no se bebía vino), salió de la sala y entró en el jardín de Júpiter, donde el sueño no tardó en cerrar sus párpados cansados.
La
sala de la casilla tenía en su centro una grande y fornida mesa de la cual no salían los vasos de bebida y los naipes sino para dar lugar a las ejecuciones y torturas de los sayones federales del Matadero.
Esteban Echeverría
Un hombre, soldado en apariencia, sentado en una de ellas cantaba al son de la guitarra la resbalosa, tonada de inmensa popularidad entre los federales, cuando la chusma llegando en tropel al corredor de la casilla lanzó a empellones al joven unitario hacia el centro de la
sala.
Esteban Echeverría
Que me lleven adonde está Agatón. Unos cuantos de sus amigos y la flautista le cogieron bajo los brazos y le llevaron hasta la puerta de nuestra sala.
Artículo 71- Cada una de las Cámaras puede hacer venir a su sala a los ministros del Poder Ejecutivo para recibir las explicaciones e informes que estime convenientes.
Pero otra vez le tendí un nuevo lazo, y después de cenar prolongué nuestra conversación hasta muy avanzada la noche, y cuando quiso marcharse le obligué a quedarse, pretextando que era demasiado tarde. Se acostó en el lecho en el cual había cenado, que estaba muy cerca del mío, y nos quedamos solos en la sala.
De modificarse o eliminarse por ley un tribunal o una sala o sección del mismo, la persona que en él ocupare un cargo de juez continuará desempeñándolo durante el resto del término por el cual fue nombrado, y ejercerá aquellas funciones judiciales que le asigne el Juez Presidente del Tribunal Supremo.
La dichosísima gallega era quien roncaba, si había que roncar, en la mejor butaca de la
sala, con la vacía frente clavada en las rodillas, por no haber caído en la cuenta de que aquella butaca tenía un respaldar muy a propósito para reclinar el occipucio.
Pedro Antonio de Alarcón