¡Y ese juicio que parece de viejo! ¡Y esa vocación para el
sacerdocio! ¡Y esa modestia: ni siquiera por curiosidad ha alzado a ver a Candelaria!
Tomás Carrasquilla
Y para ello hay cuatro religiosos sacerdotes, que los tres vinieron comigo, que se llaman Rodrigo González y Diego Pérez y Juan Lobo, y entienden en la conversión de los indios y nos administran los sacramentos y usan muy bien su oficio de sacerdocio; y el padre bachiller Rodrigo González hace en todo mucho fructo con sus letras y predicación, porque lo sabe muy bien hacer, y todos sirven a Dios y a V.
La religión fundada por Jesucristo se veia colocada firmemente en el grado de honor que le corresponde y florecía en todas partes gracias a la adhesión benévola de los gobernantes y a la tutela legítima de los magistrados. El sacerdocio y el imperio vivían unidos en mutua concordia y amistoso consorcio de voluntades.
Las palabras que Yves de Chartres escribió al papa Pascual II merecen ser consideradas como formulación de una ley imprescindible: «Cuando el imperio y el sacerdocio viven en plena armonía, el mundo está bien gobernado y la Iglesia florece y fructifica.
Además, ya vosotros mismos personalmente, ya por los rectores de los seminarios, examinad diligentemente a los alumnos del sagrado clero, y si hallarais alguno de espíritu soberbio, alejadlo con la mayor energía del sacerdocio: ¡ojalá se hubiese hecho esto siempre con la vigilancia y constancia que era menester!
Con relación a la separación entre la Iglesia y el Estado, decía así el citado Pontífice: «No podríamos augurar resultados felices para la Iglesia y para el Estado de los deseos de quienes pretenden con empeño que la Iglesia se separe del Estado, rompiendo la concordia mutua del imperio y del sacerdocio.
Tercero: en la elección inmutable, que ya una vez se ha hecho elección, no hay más que elegir, porque no se puede desatar, así como es matrimonio, sacerdocio, etc.
Nadie recordaba quién había puesto en poder del predestinado el primer violín, pero sí era memorable el día solemne en que cierta celebridad de la música, colocando una mano sobre la cabeza de Ventura, como para imponerle el sacerdocio del arte, dijo con voz profética: «Será un Paganini este muchacho».
Instruido en las lenguas latina, griega y hebrea en la Universidad de Alcalá, y matriculado, como él mismo se explica en una carta á su madre, para el Sacerdocio con el Beneficio de Cañete en el Obispado de Cuenca, y con el Priorato de Aroche en el de Salamanca, pasó á esta ciudad á estudiar el Derecho civil y canónico, en que obtuvo el grado de Doctor ántes de cumplir veinte años de edad; y lo que es mas, regentando al mismo tiempo, con asombro de los mayores Sabios de aquellas escuelas, la Cátedra de Griego.
¡Tan joven y tan distinguido por su amor filial, esposo en seguida, en seguida padre, tan cuidadosamente ocupado desde luego en el cumplimiento de su deberes, tan pronto revestido con el sacerdocio; todos los honores conseguidos en tan corto tiempo!
El seminarista don Francisco á quien el obispo corrió traslado del recurso, se vio, como dicen, en muía chucara y con estribos largos ó sea en calzas prietas, pues la colegialada podía costarle, por lo menos, la expulsión del Seminario y poner obstáculos i ara el logro de su aspiración al
sacerdocio.
Ricardo Palma
Recordemos lo que pasa en nuestras almas al leer las obras de los modernos, Byron, Manzoni, Lamartine, y otros infinitos, y confesemos a una voz, que la misión del verdadero poeta es tan sagrada como la del sacerdocio.