En cierto tiempo del año concurren a la Tortuga grandes bandadas de palomas torcaces, siendo ocasión en que los habitantes comen de ellas con largueza y les sobra, dejando totalmente en reposo otros animales, tanto domésticos como silvestres que suplen la ausencia de palomas en la sazón de retiro; y como nada en este mundo, por agradable que sea, deja de mostrar entre sí mezcla de amargura, tenemos bien este símbolo en las referidas palomas, las cuales, pasada la sazón que Dios concedió para el uso de alimento sabroso a las gentes que allí viven con tanta delicia, no las pueden gustar, porque se enflaquecen demasiado y amargan por extremo, proviniendo esta diferencia de cierta simiente que comen amarga como el acíbar.
Yo aunque sea de putañero, pero saco. Y no me importa que sean maricones. Te dan más lana y hasta cogen más
sabroso. ¡Y cómo te tratan!
Antonio Domínguez Hidalgo
Señores senadores: yo no les voy a sacar a estas conclusiones objetivamente anotadas todo el sabroso jugo que ofrecen al que las examina con criterio bien sentado y libertad de opinión.
Las galanas espinelas á un médico corcobado, á quien lla- ma ))iá doblado que capa de pobre cuando nueva y más torcido que una ley cuando no quieren que sirva; el sabroso coloquio entre la Muerte y un doctor moribundo; el repiqueteado romance á la bella Anarda, y otras muchas (1) Bate articulo fué encríto para servir de prólogo ¿ la oolección de poesías de Caviedes.
Fernando volvió a rehusar, y, sin saber por qué, le dijo: -Eres más saludable que el limón y más
sabroso que la miel; pero no asesines a Lucía.
Roberto Arlt
Por eso multitud de documentos curio- sos se han destruido, y otros existen arrinconados en los archi- vos, entre espesa capa de polvo, dando sabroso alimento á ra- tones y polilla.
Todo esto, que torpemente y en pasada confusión con tan profanos períodos pobremente he dicho yo, claro, luminoso, armónico, sabroso y consolador, sin pasar por los sentidos penetró en su corazón.
He aquí que Gigante de la Tierra deseó comer de él y que se le hizo agua la boca, que bostezó, que la saliva, la baba, corrió a causa del sabroso pájaro.
Verás que sabrosa comelitona te vas a dar. -Gracias primito. Huele muy sabroso la cocina.- Comentó el coyote. -Pues ándale primito coyote, entra a comer.
Todo en tropel presentóse a sus ojos tan risueño, tan sabroso y halagüeño, tan casto y tan seductor, que en llanto de fe bañada dijo: «¡Ay de mí!
Los botes con tamales de todos los colores y sabores, los cubrían, y por otro lado, se miraba la estufa de petróleo sobre la que lucía sus brillanteces la plateada olla de aluminio que contenía el único atole que elaboraba,
sabroso y exquisito, el mejor de toda la ciudad, al decir de los clientes.
Antonio Domínguez Hidalgo
Al término de la fiesta, los convidados habían salido satisfechos y un poco alegremente atarantados por las cervezas con que habían acompañado el sabroso manjar.