Y en cuanto estuvo cerrada la puerta, relucieron dos ojitos en el borde de la
sábana: se alzó de repente la cubierta rubia: de rodillas en la cama, le dio toda la luz a la lámpara de velar: y se echó sobre el juguete que puso a los pies, sobre la muñeca negra.
José Martí
No tardará mucho a venir Silbatillo, tu trainel, con la canasta de colar atestada de lo que Dios ha sido servido. Y así fue verdad, porque al instante entró un muchacho con una canasta de colar cubierta con una
sábana.
Miguel de Cervantes Saavedra
-Aquí está Cornelia -respondió una mujer que estaba envuelta en una
sábana de la cama y cubierto el rostro, y prosiguió diciendo-: ¡Válamos Dios!
Miguel de Cervantes Saavedra
Lorenzo, que estaba presente, con despecho y cólera tiró de un cabo de la
sábana y descubrió una mujer moza y no de mal parecer, la cual, de vergüenza, se puso las manos delante del rostro y acudió a tomar sus vestidos, que le servían de almohada, porque la cama no la tenía, y en ellos vieron que debía de ser alguna pícara de las perdidas del mundo.
Miguel de Cervantes Saavedra
Te traemos una mamá nueva... La niña, temblando, metió la cabeza debajo de la
sábana, y con hipo acongojado se la oyó sollozar: -¡No, eso no!
Emilia Pardo Bazán
En aquel instante acababan de salir de la alcoba todos los ministros, títulos, generales, altos funcionarios y notabilidades de Colmania, que habían venido a cumplir la etiqueta besando respetuosamente la manecita que Amado, dormido como un santo, dejaba asomar por entre los ricos encajes de la
sábana.
Emilia Pardo Bazán
Del tren, no se veía otra cosa que la sábana inmensa, interminable, de las mieses doradas por el sol, suavemente agitadas por el viento, undosas como las olas del mar.
La ansiedad tomó la forma concreta de una idea de movimiento, y tuve que contenerme para no realizar el deseo que surgió en las profundidades de mi ser, de correr como un loco, frenéticamente, hasta caer falto de aliento contra la sábana helada que extendía el invierno sobre el piso de la calle silen ciosa.
¿Cómo las peñas no se quebrantan, y no se enturbian las fuentes claras y no ennegrecen las nubes blancas? Ya vienen hombres con unas andas, con unos paños, con una
sábana; los despojitos en ella guardan y se los llevan a Casablanca.
José María Gabriel y Galán
El otro día llevé yo una de setenta años que comía barro y hacía ejercicio para remediar las opilaciones y se quejaba de dolor de muelas porque pensasen que las tenía, y con tener ya amortajadas las sienes con la
sábana blanca de sus canas y arada la frente, huía de los ratones y traía galas, pensando agradarnos a nosotros.
Francisco de Quevedo
Después empezó a quejarse, al principio débilmente. Un gran escalofrío le sacudía los hombros, y se ponía más pálida que la sábana donde se hundían sus dedos crispados.
Pues tiene una mortaja ese desafortunado como muy pocos pueden reclamar: en lo profundo, bajo el patio de una prisión, desnudo, para mayor vergüenza, yace con los pies aherrojados envuelto en una sábana de llamas.