-¡Larga! -gritó con ruda y tremenda voz, dominando con ella los alaridos de tierra, y fijando su torva mirada en el viejo marino.
no están sojuzgados como debieran; pero juro que esta cambiará pronto. Venceré su ruda obstinación y su insolente afán de libertad...
¿Creéis que ese hombre, antes de dejar el mundo, antes de renunciar a las riquezas, a la fama, al poder, a la juventud, al amor, a todo lo que desvanece a las criaturas, no habrá sostenido
ruda batalla con su corazón?
Pedro Antonio de Alarcón
Mas de repente una voz
ruda exclamó: aquí están los huevos, sacando de la barriga del animal y mostrándolos a los espectadores, dos enormes testículos, signo inequívoco de su dignidad de toro.
Esteban Echeverría
En untuosa resina convirtióse la fuente de mis lágrimas El corazón se fue con las raíces, y mi pasión humana, haciendo heridas en la ruda carne, fugaz me abandonaba.
II Una vieja que vive muy pobre En la parte más alta del pueblo, Que posee una rueca inservible, Una virgen y dos gatos negros, Mientras hace la ruda calceta Con sus secos y temblones dedos, Rodeada de buenas comadres Y de sucios chiquillos traviesos, En la paz de la noche tranquila, Con las sierras perdidas en negro, Va contando con ritmos tardíos La visión que ella tuvo en sus tiempos.
Adiós, niña modesta, pálida y grave, tu alabanza en mi canto ves que no cabe. Mi voz expira y a seguirla se niega ruda mi lira. Luisa, aquien el poeta cantar no sabe como a hermana te miren la flor y el ave.
Los grandes ingenios que yo admiro no estuvieron en Universidades, no conocieron siquiera la camisa y los zapatos; fueron hombres peludos y bárbaros, de cráneo pequeño poblado de hirsuta melena; de mandíbula
ruda y saliente; de ojos pequeños y hundidos.
Vicente Blasco Ibáñez
Si se quiere una fórmula, tal vez ruda, pero la única que juzgamos digna y seria y patriótica, para expresar nuestra posición, diríamos que vamos a actuar en la política como monárquicos sin leaüsmo.
Y llamóla discípu- la, no porque traspiren en mí vanidosos humos de maestro, sino porque la amable escritora ha tomado á capricho, que mujer es, y por ende, autorizada para encapricharse, repetir que la lectura de mis primeros libros de Tradiciones despertó en ella la tentación de consagrar su tiempo é ingenio á la ruda tarea de desempolvar rancios pergaminos y extraer de ellos el posible jugo, para luego presentarlos en la galana forma de la leyenda nacional.
La experiencia de los últimos años de la Patria Vieja era harto elocuente al respecto y la misma forma en que se llega a la paz de 1828, a pesar de la ayuda de los 6000 argentinos que compartieron con los orientales la ruda y afanosa lucha que culmina en Ituzaingó, lo demuestra.
eme aquí frente a frente de la espesa tiniebla desde donde oírme debe la deidad rugiente que en su seno se esconde: Dime, Genio terrible del torrente, ¿a dónde vas al trasponer, la valla del hondo precipicio, tras la ruda batalla de la atracción, la roca y la corriente...?