No contaba con las fatalidades de la Naturaleza. Ocultamente, en apartado
rincón de provincia, Anita Dolores dio al mundo una criatura.
Emilia Pardo Bazán
Su entrada en una casa supone la exterminación absoluta de todo ser viviente, pues no hay
rincón ni agujero profundo donde no se precipite el río devorador.
Horacio Quiroga
En fe de lo cual firmaron la presente en el día y lugar de la ceremonia a las cinco horas pasado el meridiano. Guillermo Black.- Barón de Teffé.- Froilán Plácido Morales.- Federico Rincón.- Manuel C.
Y una hora después, en tanto que el señor Cristóbal les veía partir con el júbilo retratado en el rugoso semblante desde un corte de terreno, en las afueras del pueblo, y las dos viejas lloraban silenciosas, cada una en un rincón de una de sus habitaciones...
Dime: ¿Bajo la nada de los cielos, alguna noche la tormenta impía cayó sobre el juncal, y entre los velos de la niebla, sin vida tus polluelos flotaron sobre el agua al otro día? ¿Por qué ocultas ahora la cabeza en el rincón del ala entumecida?
Pero he aquí que lo sacaron de la habitación y, arrastrándolo escaleras arriba, lo dejaron en un
rincón oscuro, al que no llegaba la luz del día.
Hans Christian Andersen
Y por cierto que tuvo tiempo sobrado, pues iban transcurriendo los días y las noches sin que nadie se presentara; y cuando alguien lo hacía, era sólo para depositar grandes cajas en el
rincón.
Hans Christian Andersen
El árbol, al contemplar aquella magnificencia de flores y aquella lozanía del jardín y compararlas con su propio estado, sintió haber dejado el oscuro
rincón del desván.
Hans Christian Andersen
¡Dios nos ampare, y cómo levantaba la pierna! La vieja funda de la silla del
rincón estalló al verlo-. ¿Me vais a coronar también a mí?
Hans Christian Andersen
¿No ve usted que G da por sentado que todos los hombres que quieren ocultar una carta, si no precisamente en un agujero hecho con barrena en la pata de una silla, lo hacen, cuando menos, en algún oculto agujero o rincón sugerido por el mismo tenor del pensamiento que inspira a un hombre la idea de esconderla en un agujero hecho en la pata de una silla?
Se metió en el bolsillo la más grande de las varas recibidas de la vieja de la pierna rota, abrió la ventana, y, echando a volar por encima de la ciudad, se dirigió al palacio; allí se posó en un
rincón, bajo la ventana del aposento de la princesa.
Hans Christian Andersen
tras las fachadas, por las calles, sobre las azoteas, en un
rincón, en las plazas, en los mercados, en las construcciones, en la misérrima vivienda o, tal vez detrás, abajo o muy dentro de sí, donde nadie, ni ellos mismos se podrían encontrar.
Antonio Domínguez Hidalgo