En aquel templo extraordinario, ante aquel apóstol bizantino, engastado en plata como una perla antigua, de plata el revestimiento del altar, la pesada esclavina, la enorme aureola, destacándose sobre un fondo de talla dorada inmenso retablo...
Unas tras otras, las literas de los señores fueron desfilando y perdiéndose en las revueltas de las calles vecinas; los grupos del atrio se disolvieron, dispersándose los fieles en distintas direcciones, y ya la demandadera se disponía a cerrar las puertas de la entrada del atrio, cuando se divisaban aún dos mujeres que después de persignarse y murmurar una oración ante el
retablo del Arco de San Felipe, prosiguieron su camino, internándose en el callejón de las Dueñas.
Gustavo Adolfo Bécquer
Nos contaba ella que la iglesia mayor del pueblo ese, que es uno de los templos más hermosos y ricos de la cristiandad, se lo edificaron exprofeso a Nuestra Señora de las Mercedes, aparecida en un
retablo muy perfecto y muy antiguo.
Tomás Carrasquilla
Será la beata encargada de cuidar del farol del
retablo sisa a los devotos y escasea el aceite, por la cual la luz, próxima la morir, luce y se oscurece a intervalos en señal de agonía.
Gustavo Adolfo Bécquer
¡Ella responde de que no quiero escaparme!" Todos miraron al
Retablo y vieron muy patente que la Divina Señora movía el rostro, en señal de otorgamiento.
Tomás Carrasquilla
Ayer vino la paloma que viene todos los días, ayer se paró en mi reja y comió de mi comida, ayer vino hasta mis hierros, ayer hablóme tranquila y digo en el romancillo las cosas que me decía: -Prisionero, fui a los cielos y miré hacia los tejados hasta que encontré una casa grande, que tiene tres patios; el primero guarnecido Con zócalo de mosaicos, lleno de tiestos con flores y sillas de junco blanco, con un vitral en el fondo de vidrios esmerilados; el segundo, con columnas y reja de alicatados y con una enredadera y unos rosales cargados; y el tercero con gallinas y una higuera y unos plátanos y un hilo con ropa blanca y olor de jabón pintado. Allí llegué, prisionero, y encontré en el primer patio tres niños con las cabezas como zagal de retablo.
El cuerpo del impío resplandecía de pedrería, de flores, cristales, diamantes, oro y plumas tan blancas como las alas de un serafín, y sustituía en el altar a un retablo de Cristo.
Vuestra viuda, airada entonces, velos sutiles corrió a un retablo de hermosura, que, fulminando rigor, me dijo: «La cortesía, hidalgo madrugador, agradeciera, a venir no con tanta prevención.
¿Veis aquel que viene por debajo del Arco de San Felipe, a pie, embozado con una capa oscura y precedido de un solo criado con una linterna? Ahora llega frente al
retablo.
Gustavo Adolfo Bécquer
Cuando en este país se arma la gran culebra que es el monstruo que ustedes están viendo, sólo Dios alcanza a verle la cola. Nosotros la veremos en el segundo acto, por lo cual, acabado aquí el primero, echo el telón para disponer el retablo.
Pero a él un espíritu le sostenía; un ángel, lindo como los que en el
retablo tremolan estandartes triunfales, le guiaba y le infundía vigor.
Emilia Pardo Bazán
Al verla, ambos dejaron escapar una exclamación de júbilo y, apresurando el paso en su dirección, no tardaron mucho en encontrarse junto al
retablo en que ardía.
Gustavo Adolfo Bécquer