Scutulatus es una palabra latina que significa que tiene un remiendo con forma de escudo o de hoja; los grandes remiendos que ornamentan el dorso de esta serpiente, tienen alguna semejanza con los escudos heráldicos.
El remiendo a mano, originario del ico, es un remiendo muy conocido universalmente, el cual muestra característicos motivos geométricos.
También se desarrollaron muchas artesanías tradicionales, ahora en vía de extinción, como la zapatería de remiendo, la herrería, la carpintería, o el textil de la lana.
Pulgarcito acepta un empleo como criado en un mesón, pero molesta a las criadas porque las vigila en secreto y cuenta al mesonero cuando le roban comida en el sótano. Para vengarse, una criada lo echa en un remiendo y se lo lleva para alimentar a las vacas con él entre la hierba.
-¿Que pa qué vas tú a dir a los toros? Toma, pos a lo que vamos tos: a jecharle un remiendo de color de rosa a la pícara vía. -Muchas gracias, pero yo no tengo gaitas de meterme en esas faenas de costura.
En el frecuente tiroteo de chanzas entre los dos poetas, decía el cojo Larriva que Echaray era Juicio final con patas; nido de garrapatas; envoltorio estupendo; tambora de retreta y sin remiendo; demonio vil injerto en papagayo que viste largo sayo; judío de Levante que lleva el pujavante para cortar los callos á Lonjino, su padre y su padrino.
Además, este padre reverendo llevaba en un remiendo de su negra pretina cosida una reliquia peregrina con muchas indulgencias que evitaban penosas penitencias siempre que con dos dedos la tocaba al tiempo de absolver al confesado, y así todo pecado con esta ceremonia perdonaba.
mas vendrán días cuando el esposo será quitado de ellos, y entonces ayunarán. 16 Y nadie echa remiendo de paño recio en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
De ahí la frase que se usaba en los días de San Martín y Bolívar para tomar las once (hoy se dice lunch, en gringo): «Señores, vamos a remojar una aceitunita». Y ¿por qué -preguntará alguno- llamaban los antiguos las once al acto de echar después del mediodía un
remiendo al estómago?
Ricardo Palma
Habían andado media hora cuando divisaron una mancha negra violenta y prendida como un
remiendo en el espacio dorado reverberante y como movido por una brisa que llegara desde abajo, del médano tendido.
Juan José Morosoli
Porque ya, desde que viví con el ciego, la tenía tan hecha bolsa que me acaeció tener en ella doce o quince maravedís, todo en medias blancas, sin que me estorbasen el comer; porque de otra manera no era señor de una blanca que el maldito ciego no cayese con ella, no dejando costura ni remiendo que no me buscaba muy a menudo.
Para evitar tiempo, papel y paciencia, diremos que en fuerza de acosar y prometer el uno, acabó el otro por ir largando trapo, ésta que del último remiendo de los calzones sacó un magnífico cronómetro de bolsillo, alhaja que, sin conocerla, le había dado tanto que discurrir.