Yo no creía que le hubiera sucedido su de malas -Silencio momentáneo- O su de buenas -y rió maliciosamente- ¡Quién la viera tan remilgosa! ¡Tan mosquita muerta! Tan yo ni un plato
quiebro. - Sí, hay muchas cosas que pasan y nadie se las huele.
Antonio Domínguez Hidalgo
Pero tales congojas, y mayores, paciente tolerase, si pudiera pábulo dar a mi afición innata al arte que con voces por colores creación retrata; pero mi mal lo veda inexorable, y, si sus leyes obstinado quiebro, agudísima espada atravesar parece mi cerebro, envuelta en parda nube la mirada, llenos de sordo estruendo los oídos, y turbadas potencias sentidos: tanto que pueden, dulce madre, apenas, poetizando mis extrañas penas y destino tirano, idear la mente y escribir la mano estos que a ti dedico versos rudos, de primor y elegancia tan desnudos.
a conversación fue pasando lenta, imperceptiblemente del tiempo a las cosechas, de las cosechas a la literatura, de la literatura al chismorreo, del chismorreo a la religión, y por último hizo un quiebro insólito para aterrizar en el tema de los aparatos de alarma contra los ladrones.
No, yo soy mexicano, yo soy nacionalista. Te pongo un negocio enfrente, te quiebro. Eso les pasó a todos, a esta gente que habla ahora de la gloriosa iniciativa privada.
Cantoral le clavó con mucha limpieza y a volapié, a topacarnero o al
quiebro, que de ello no estoy seguro, un par de rehiletes de fuego en el cerviguillo.
Ricardo Palma
34 Palabra de Jehová que fué á Jeremías profeta acerca de Elam, en el principio del reinado de Sedechîas rey de Judá, diciendo: 35 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo quiebro el arco de Elam, principio de su fortaleza.
La nave principal, conforme al esquema de la planta, tiene un quiebro de 90º, desde el cual es posible dominar visualmente ambas naves en su intersección.
Aquí estoy, crucificado con Cristo». En un quiebro con los recientes nombres pontificios, Montini eligió llamarse Pablo VI. A las 11:22 hora local, el humo blanco salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, lo que significaba que se había elegido un nuevo papa.
Se sitúa el torero a buena distancia del toro, elgrándole y esperándole a pie firme y al humillar la fiera para dar el derrote, se sale el banderillero del embroque por medio de un quiebro de cuerpo y por medio de un paso atrás del lado que le convenga.
Se iguala al toro en los tercios, situándose el diestro en los medios, en línea recta y saliendo hacia el cornúpeto, cuadrando en la cabeza y alargando los brazos para igualar y consumar la suerte, saliendo de la cara con un quiebro del cuerpo.
Es común "cantar" mal una jugada para intentar descubrir al oponente, como por ejemplo decir "bueno", "a ver", "dale" o "muestre" o "quiebro" en lugar de "quiero" que es lo único que vale.
Un quiebro en la tradición en tiempos recientes fue durante la edición de 2005, dirigida por Lorin Maazel, cuando el programa terminó con el vals del Danubio Azul como una señal de respeto por las víctimas del Terremoto del Océano Índico de 2004.