Es por esto que se recomienda vacunarse a corta edad. Para la prevención (profilaxis) primaria se pueden usar vacunas. Para la prevención tras la exposición al virus (a través de un enfermo de varicela) se puede usar tanto vacunas (en los siguientes 3-5 días como máximo) como distintos tipos de inmunoglobulinas.
En condiciones ideales, la profilaxis (tomar la medicación antirretroviral) debería iniciarse 1 o 2 horas después de la presunta exposición al VIH, pero nunca después de 72 horas.
En algunos países, como en América del Norte y algunas zonas de Europa, la profilaxis post exposición puede obtenerse en los servicios de urgencias de cualquier hospital.
Se ha demostrado inequívocamente que la doxiciclina es efectiva tanto para la profilaxis previa a la exposición a leptospirosis, como en el tratamiento terapéutico.
La profilaxis post-exposición (PEP) es el tratamiento antirretroviral a corto plazo para reducir la probabilidad de infección por el VIH después de haber sufrido una exposición potencial, ya sea profesionalmente o por medio de relaciones sexuales.
La administración de fármacos antirretrovirales como profilaxis post exposición debería abordarse con extrema cautela; estos medicamentos no pueden considerarse una alternativa a las prácticas sexuales seguras (preservativo).
Los antibióticos betalactámicos están indicados para la profilaxis y el tratamiento de las infecciones causadas por los microorganismos susceptibles.
De esta manera se habla de zonas libres sin vacunación, zonas libres con vacunación, zonas con baja incidencia y zonas con alta incidencia. En las zonas libres sin vacunación la profilaxis va dirigida a evitar el ingreso al territorio del país del virus aftoso.
Muchos médicos están empezando a prescribir la venlafaxina "fuera de indicación" para el tratamiento de la neuropatía diabética (de manera similar a la duloxetina) y la profilaxis de la migraña (en algunas personas, sin embargo, la venlafaxina puede exacerbar o causar migrañas).
En las zonas libres con vacunación, la profilaxis también va dirigida a evitar el ingreso del virus al territorio pero también asociado a una estrecha vigilancia de posibles brotes de la enfermedad y una estricta campaña de vacunación de todos los susceptibles según criterios epidemiológicos.
Las maniobras de Valsalva asociadas con los esfuerzos del vómito y de la defecación en un paciente constipado podrían provocar el resangrado del aneurisma y por ende deben evitarse mediante el uso de antieméticos con sonda nasogástrica y laxantes, respectivamente. Para la profilaxis de la hemorragia digestiva se utiliza ranitidina.
Durante el período preoperatorio deberán utilizarse dispositivos de compresión neumática de miembros inferiores para la prevención de trombosis venosa profunda (luego de la exclusión quirúrgica del aneurisma podría utilizarse heparina para tal fin). En cuanto a la profilaxis de las convulsiones es un punto controvertido.