¿Pero qué comparación tiene esto con la enorme suma de los de la casa real, que hoy deben ser reducidos a beneficio del Estado? ¿Qué comparación con lo que ha devorado el vil Godoy en veinte años de su funesta privanza, y del despotismo más cruel?
Y con eso ganáis tanto, que en mi gracia os levantáis al paso que os alegráis de lo que a Alarcón levanto. No por su privanza viene mi amor a menos con vos, porque es el rey como Dios, que muchos privados tiene.
Alvaro de Luna, orgulloso con la victoria, empezó á abusar despóticamente de ella, y á desconocer los consejos de los que se la hicieron ganar; entonces la facción de los Grandes, entre cuyos xefes estaba Santillana, irritada de su insolencia, le derribó de la privanza y le conduxo á un suplicio.
Así viven y mueren cada día En su guerra interior los palaciegos Que con la emulación rabiosa ciegos Al degüello se tiran a porfía. Tomen esta lección muy oportuna: Lleguen a la
privanza enhorabuena, Mas labren su fortuna Sin cimentarla en la desgracia ajena.
Félix María Samaniego
Quando se le motejaba de apasionado del Almirante D. Fadrique, se le vió en Olmedo trabajar al lado de su padre por templar su acaloramiento contra la privanza de D.
XXIV Examinó tres años su divino talento el que, no solo de alabanza mas de premio, paréntesis bien diño al período fue de su
privanza.
Luis de Góngora
Mas don Álvaro de Luna, Cabalgador y bracero, Cuya privanza y fortuna Siendo novel caballero No iguala persona alguna, No sigue al Rey cual solía; No por perder su favor, Sino que por alegría Quiso ser mantenedor De la justa de este día.
Unís en vuestro gobierno Por idea más preciada El rigor con el cariño, La austeridad con la gracia. Obráis justicia sin ojos, Que de vos siendo observada, No miráis de las personas El poder, o la privanza.
La Reina la vio, le chocó su hermosura, supo se llamaba Mariica, el fútil motivo por qué la abandonó su padre, y la regaló un traje completo. Hubo quien se alarmó, temiendo llegara la pastorcita de patos a la privanza real.
El rey Felipe segundo, a quien España se humilla, es el galán misterioso de las nocturnas visitas. El segundo, Antonio Pérez, secretario que tenía del rey estrecha
privanza, cual brazo de sus intrigas.
Ángel de Saavedra
No la privanza me movió futura; que fortuna en sus obras desiguales no hace de los méritos memoria; mas debo a mi piedad esta ventura; y por lo menos en hazañas tales, de la gentil acción queda la gloria.
El Valído había caído de su puesto y privanza; y así el favor, que pudo trabajar en otras, ya no obraba en esta nueva elección: consultóse solo con la justicia, y con el deseo del acierto.