Mientras dichas maniobras se contrajeron a una campaña difamatoria, en la República y en el extranjero, contra los miembros de la actual administración y los sistemas por ella implantados, sostuve el firme propósito -que hice público, inicialmente- de proceder en el caso sin precipitación alguna, con absoluta serenidad, y diferí la intervención del poder público para cuando de modo inequívoco se advirtiese que los autores de esa agitación persistían en su tarea disolvente.
”Mientras dichas maniobras se contrajeron a una campaña difamatoria, en la república y en el extranjero, contra los miembros de la actual administración y los sistemas por ella implantados, sostuve el firme propósito, que hice público inicialmente, de proceder en el caso sin precipitación alguna, con absoluta serenidad, y diferí la intervención del poder público para cuando de modo inequívoco se advirtiese que los autores de esa agitación persistían en su tarea disolvente.
Rechacemos ya, a los profetas del desastre, que siembran vientos, por que nos negamos rotundamente a cosechar tempestades. … De la precipitación y el enfrentamiento, nadie saldría victorioso.
A menudo me fastidiaba que la última señora Margarita me obligara a pensar en ella de una manera tan pura, y tuve la idea de que debía seguirla en todas sus locuras para que ella me confundiera entre los recuerdos del marido, y yo, después, pudiera sustituirlo. Recibí la orden de volver en un día de viento y me lancé a viajar con una precipitación salvaje.
Proceder con serenidad de juicio, sin precipitación, es razonable y así procuro actuar concretamente; pero llegar más lejos existiendo la dictadura que sufrimos en Chile, te aseguro, mi querido Eduardo, que lo estimaría una traición a mi país y a mi conciencia.
De esta independencia nace el desembarazo con que he alabado francamente en distintas ocasiones, ora el amor de familia con que se ha solido colocar a los deudos y amigos de los gobernantes, cosa que ha variado ya enteramente; ora la prudente lentitud con que se han entregado y se entregan las armas a nuestros amigos; ora la oportunidad e idea con que se vistió a los señores Próceres, y en momentos de aprieto, fundados en que «más da el duro que el desnudo»; ora la perspicacia con que se han descubierto varias conspiraciones, y se ha salvado a la patria amenazada; ora la previsión con que se evitó que se interpretase mal la primera acometida del cólera; ora la precipitación con que se ha llevado a su término la guerra civil...
1.1.3. Clima (temperatura, humedad, presión, viento y precipitación). El Clima de Las Lajas es considerado caluroso, estas características lo ubican dentro de una zona bioclimática denominada tropical desértica y en la zona climatológica BWh con características de sabana tropical.
Pero ella aún gemía cuando llegó el cochero con una botella llena de agua. En la
precipitación había olvidado el vaso. -No importa; bebe.
Vicente Blasco Ibáñez
Todo esto lo explicaba con un aire de "naiveté" (ingenuidad) que me arrebataba, y al mismo tiempo me apenaba y me convencía. Llegó a acusarme, riendo, de precipitación y de imprudencia.
De este modo, nos alejamos por igual de dos extremos: el del estancamiento, que más tarde o más temprano siempre conduce los procesos sociales a rupturas violentas, y el de la precipitación, que traería consigo la rápida destrucción de todo nuestro esfuerzo, el retorno del régimen anterior con sus mismos hombres y vicios y, muy pronto, un caos similar o peor al que vivimos durante el Gobierno marxista.
A veces, durante horas y horas, sólo interrumpía el silencio el lejano galopar de algún caballo, que se acercaba rápido y chorreante, descendiendo el jinete, aterido bajo el impermeable, sacudiendo éste y las botas de montar, apurando de un trago la copa de ginebra para reanudar con toda precipitación la incómoda marcha.
Así pasó un cuarto de hora, y al cabo de él las campanas -37- de la iglesia cercana empezaron a tocar con tal precipitación, que los dos vecinos no pudieron menos de asombrarse.