La Perla de Gran Precio llegó a usarse en forma muy extensa, y subsiguientemente llegó a ser uno de los libros canónicos de la Iglesia al ser aprobado por la Primera Presidencia y por la conferencia general que se llevó a efecto en Salt Lake City el 10 de octubre de 1880.
Puso asco para los premios ilustres en los metales, el verlos empleados en hartar ladrones y pagar adulterios y facilitar maldades, falsear leyes y escalar jueces. Por esto aquellos padres condenaron la plata y oro a precio desautorizado de almas vendibles y de vidas mecánicas.
Numerosas, considerables, sus Grandes Mansiones, cuando éstas celebraron Consejo; se reunieron, se subdividieron, porque habían nacido sus querellas; se envidiaban por el precio de sus hermanas, el precio de sus hijas, ya no ofrecían sus bebidas ante sus rostros.
En 1979 se quitaron esas dos revelaciones de la Perla de Gran Precio y se incluyeron en Doctrina y Convenios, donde actualmente aparecen como las secciones 137 y 138.
Bien cierto es que en el caso nunca estuve tan mal ni mi fortuna tan escasa que usasen trato contra mí no honesto, mas no por cosa de virtud fue esto; »antes porque si a mí nadie se atreve, piensan que sea el precio redoblado.
Ese era el precio de su “blanca” vida, el precio de su poder, de aquel poder de Consejero, Consejero Lugarteniente, Eminente, Hablador de los Hombres .
Debía Ptolomeo a Pompeyo su reino en su padre; y cuando se vino perdido a cobrar agradecimiento tan justo, trujo a propósito del tirano los beneficios que le había hecho, para que, violándolos, diese más precio a su traición en los ojos de su enemigo, a quien granjeó con su cabeza.
Muy al caso has venido, según veo, a dar satisfacción a mi deseo.» Dio Orlando, sonriendo con desprecio y alzándose, respuesta a aquel bergante: «Yo las armas sabré venderte a un precio que nunca registró ningún tratante.» Y, asiendo del vecino fuego recio un tizón encendido y humeante, arreó con él a aquella comadreja donde van a lindar nariz con ceja.
En todos los campamentos se instalarán cantinas donde los prisioneros de guerra puedan conseguir artículos alimenticios, objetos de uso común, jabón y tabaco, cuyo precio de venta nunca deberá ser superior al del comercio local.
A reserva de lo estipulado en otros convenios internacionales, la Potencia ocupante deberá tomar las medidas adecuadas para que toda requisa sea indemnizada en su justo precio.
6.- El precio del Documento Único de Identidad, es de ocho dólares, que incluye el Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios.
El rey le pagó sin regatear en el
precio de un mulo cargado de oro, y el hermano menor volvió a su país, mucho más rico todavía que los dos mayores.
los Hermanos Grimm