Cuando, por último, los médicos, fatigados, declararon que, por su parte, estando conseguido lo
posible, lo principal, lo demás era, cuestión que había que confiar a la naturaleza misma, la cual se reserva, en sus santuarios, mucho que no ha entregado aún a la investigación humana, aunque es de suponer que un día no tendrá más remedio que entregarlo, la madre, oída la sentencia, irguiose encendida, arrebolada de inspiración...
Emilia Pardo Bazán
Porque, dígame: ¿qué armas tiene un hombre de mi hechura para tratar con una tirana de veinte abriles, cuya fuerza consiste en su propia debilidad? ¿Es decorosamente
posible pegarle a una mujer?
Pedro Antonio de Alarcón
El conjunto de los senadores por cada distrito se integrará, en lo posible, de modo que correspondan dos bancas al partido político o alianza electoral que tenga el mayor número de miembros en la Legislatura y la restante al partido político o alianza electoral que lo siga en número de miembros de ella.
1.Con el fin de promover la cooperación internacional en la investigación científica en la Antártida, prevista en el Artículo II del presente Tratado, las Partes Contratantes acuerdan proceder, en la medida más amplia posible: :A.
Para determinar la cuantía de la sanción que proceda, se atenderá a la valoración conjunta de las siguientes circunstancias: a) Gravedad de la infracción en orden al posible peligro para la seguridad de las personas o las cosas.
No es posible - deben pensar - que el sereno y circunspecto tratadista haya abandonado el escrupuloso uso del vocabulario técnico-jurídico para caer en una confusión tan arbitraria y populachera de términos que tiene cada cual un significado preciso; y todo, ¿para qué?
-¡Bonito arreglo! -interrumpió don Jorge, tapándose luego la boca como arrepentido de la interrupción. -¡El único
posible! -replicó Angustias.
Pedro Antonio de Alarcón
en cuanto arreglemos los papeles... lo más pronto
posible; que yo no puedo vivir ya sin usted! La joven dulcificó su mirada y comenzó a pagar a don Jorge aquel verdadero heroísmo con una sonrisa tierna y deliciosa.
Pedro Antonio de Alarcón
--Sí..., sí..., ¡fandango! ¡Baile nacional! --Lo siento mucho, hijos míos; pero no me es
posible tocar la corneta. --¡Usted, tan amable!...
Pedro Antonio de Alarcón
Cumplía la consigna de reírse, con risa violenta, inextinguible, terminada, a cada acceso, en sollozos. El caballero y la dama se miraron, apurados, confusos. ¡Qué terquedad! ¿Pues no habían hecho todo lo
posible para consolarla?
Emilia Pardo Bazán
Los sabios y prudentes se imponen voluntariamente una ley tan justa, pero sería preciso hacerla observar rigurosamente a los amantes populares de que hablamos y prohibirles estas clases de contratos como se les impide en la medida de lo posible amar a las mujeres de condición doble, puesto que no tienen derecho a amarlas.
No sería posible desconocer que tenemos más naves de guerra, más soldados, más jueces, más guardianes, más oficinas, más empleados y más rentas públicas que en otros tiempos; pero ¿tendremos también mayor seguridad; tranquilidad nacional, superiores garantías de los bienes, de la vida y del honor, ideas más exactas y costumbres más regulares, ideales más perfectos y aspiraciones más nobles, mejores servicios, más población y más riqueza y mayor bienestar?