Al rato, le dio por cantar, y compró una guitarra; con ella, se fue para su casa, y de allí, mandó a su hijo menor a buscar otro porrón de ginebra.
Pero lárguese por fin, ¡No está oyendo este el clarín que está tocando carniada! JOSÉ CENTURIÓN ¡Tráiganse pues el porrón que a flus no quiero quedar, por la prenda he de empinar que me roba el corazón!
JULIÁN El mesmo, que para un frito no se lo hace repetir; y tanto le da morir combatiendo como un lión, que darle un beso al porrón del vino menos cristiano; y tamién pa mano a mano se lo largo a Napolión.
La ginebra la traía; con mirarlo, no cabía duda; pero había tirado el porrón, por vacío. Cosas del pasado, casi, ya, todo esto. Hoy entra el toro, mocho de nacimiento y buey de carácter, en un zaguán de palos, donde lo manosean, lo marcan, le hacen cualquier cosa, sin que se pueda mover: el lazo pasa por poleas, y pronto reemplazarán el caballo por la bicicleta.
Tenían que vigilarlo desde que entraba en el pueblo, amenazarle con un garrote para que no entrase en la taberna hasta terminada la procesión, o muchas veces, por un exceso de condescendencia, acompañarle dentro de aquélla para detener su brazo cada vez que lo tendía hacia el
porrón.
Vicente Blasco Ibáñez
Mas para cuando mi mujer no me trae pronto la torta, tengo este quitapesares, muralla en que se estrellan todos los dardos. Por si no me das de beber, he traído este soberbio porrón con dos asas a modo de orejas de asno.
En su gloria, el joven, besaba de vez en cuando el gollete de un
porrón medianero, y no olvidaba chiste, entre los lucidos fraseos de barajar.
Ricardo Güiraldes
Por supuesto, en la cruzada, la muchacha se almareó, y cuasi, cuasi largó la panza y la riñonada. Pero le dieron giniebra que cura la indigestión; y diz que sopló el
porrón, y se lo limpió de una hebra.
Hilario Ascasubi
El arte, algo grosero, pero ingenuo y genial, de aquel bohemio rústico, causaba honda huella en sus almas vírgenes, y miraban con asombro al borracho, que, al compás de los arabescos impalpables que trazaba con su dulzaina, parecía crecerse, siempre con la mirada abstraída, grave vieja, sin abandonar su instrumento más que para coger el
porrón y acariciar su seca lengua con el gluglú del hilillo de vino.
Vicente Blasco Ibáñez
La virreina, viendo que aquella sed era como la de un arenal y muy frailuno el modo de apaciguarla, le dijo sonriendo: -¡Beba, padre beba, que le da la vida! Y el fraile, tomando el consejo como amistoso interés por su salud, no despegó la boca del
porrón hasta que lo dejó sin gota.
Ricardo Palma
entado en el umbral de la puerta de la taberna, el tío Beseroles, de Alboraya, trazaba con su hoz rayas en el suelo, mirando de reojo a la gente de Valencia que, en derredor de la mesilla de hojalata, empinaba el
porrón y metía mano al plato de morcillas en aceite.
Vicente Blasco Ibáñez
Vea si viene el mercachifle de la caña, mi aparcero, que hacer gárgara yo quiero, y echar un poco en el chifle. Yo no entiendo más pasión ni más requiebros ni amores, que respirar los olores de jinebra un güen porrón.