En tierra, oh muy perverso, no me vencieras ni en el pancracio, ni en la lucha, ni en la carrera; pero te valiste del engaño para tirarme al agua.
Por tanto, descubrir las taxonomías sígnicas para comprender y explicar cómo son empleadas para convencimientos que van de lo vano y frívolo hasta lo ruin y perverso, es una urgencia en la educación comunicativa contemporánea.
Y junto a su cueva halló a la alimaña. "En nombre del Padre del sacro universo, conjúrote dijo, ¡oh lobo
perverso!, a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal?
Rubén Darío
El tejado va a ser una criba; cada envión que recibe mi choza, yo no sé cómo no la destroza; a tamaña batalla no es mucho que retiemble, y que toda se cimbre, cual si fuese de lienzo o de mimbre... ¿Es el miedo? o ¿quién anda en la sala? Vade retro, perverso avechucho... ¡Ay! matóme la luz con el ala...
¿Por qué el crimen repugna a mi conciencia? Si de toda moral la norma ha sido nuestro propio interés, ¿por qué en la historia siempre el perverso vive aborrecido?
¡Oh, gran Dios, quien estuviera aquella hora sepultado, que muerto ya lo estaba! Fue tal el coraje del perverso ciego que, si al ruido no acudieran, pienso no me dejara con la vida.
Él me consideraba un esclavo despreciable; yo un hombre a quien mi venganza algún día haría rechinar los dientes. Pero está escrito que los caminos del
perverso no van muy lejos.
Roberto Arlt
Mas de pronto, TEZCATLIPOCA comenzó a utilizar sus acostumbradas magias. Fue como un impulso perverso y las señales que había pronosticado HUEMAC, principiaron a mostrarse en la tierra y en el cielo.
De lo animal, a fuerza de voluntad, como HUITZILOPOCHTLI lo había mostrado, en guerra interior con uno mismo, y derrotando todo lo perverso que amenace nuestra integración, se llega a la grandiosidad verdaderamente cósmica: Ser creadores y benefactores de todo lo que vive, mientras vive, para su perfeccionamiento.
No te entregues al vagabundo TOUEYO que no sabes ni quién es ni de dónde es; al que te busca para darse egoísta placer de besos, caricias y pasión; al muchacho perverso.
Además, en el caso nuestro no es una familia, es un país, pero con esas reservas depositadas en los bancos del norte desarrollado, con ese dinero le prestan a otros países y los explotan cobrándoles altos intereses y pagándonos a nosotros bajos intereses. Ese es el perverso mecanismo del dictat del capitalismo mundial.
La hermosa y lozana doncella yacía en su lecho soñando con aquél que tanto la amaba y que, según ella creía, se encontraba en aquellos momentos caminando por bosques y montañas. El
perverso hermano se inclinó sobre ella con una risa diabólica, como sólo el demonio sabe reírse.
Hans Christian Andersen