Dueño de la única cantina o pulpería del pueblo era un andaluz, el cual, vendiendo bacalao y vino
peleón, iba bonitamente rellenando la hucha.
Ricardo Palma
Dejamos para mejor ocasión la pintura de las fiestas de nuestro pueblo natal y en cuanto a la de Madrid, sólo diremos, por vía de índice, que el día de San Isidro es el día de la pradera, del cerro, de los frasquetes, de las rosquillas, del
peleón, de las mantillas blancas, de los toros, de las acacias, de lo que resta de manolos y manolas, de los grandes trenes a la calesera, de la nobleza revuelta con el pueblo, y de los corchetes aporreados a mansalva; el día de Goya, en fin, y esto lo dice todo.
Pedro Antonio de Alarcón
Aquí, dos bodas; en el restaurante de más allá, otras; en último término, un cortejo nupcial, zarandeándose al compás de los pianos, con la panza repleta de
peleón.
Vicente Blasco Ibáñez
Bowie asistió al Stockwell Infants School hasta los seis años de edad, donde se ganó una reputación de niño superdotado y decidido, además de rebelde y peleón.
Y el soldado,:con bigotes de felino y pasmosos juramentos,:celoso de su honra, vehemente y peleón,:buscando la burbuja de la fama:hasta en la boca del cañón.
De acuerdo con los relatos vikingos, él fue finalmente seguido, apresado y espantosamente asesinado por Wolfur el Peleón, con quien se había enfrentado en el campo de batalla anteriormente.
De carácter peleón, siempre defenderá aquello que merezca la pena defender y como no estaba contenta con su vida de princesa intentará acercarse a las clases bajas, incluyendo a Yitán, el cual está locamente enamorado de ella, aunque Garnet le ignora.
En la izquierda, Brodir lideraba el mismo la carga y ganando terreno, hasta que se encontró con Wolfur el Peleón, hermano del Rey Brian.
Figura del Champagne (bronce), fundida por Vicente Ríos Enrique, 1882. Figura del Peleón (bronce), fundida por Vicente Ríos Enrique, 1882.
Alguien puede tomar como vino de pasto un vino muy bueno. Calificar de baja calidad un vino es llamarlo “vino peleón”. Lo propio sucede con el “vino de la casa”.
Y precisamente en la final del Cardín de ese año, en Pinar del Río, Stevenson y Milián protagonizaron un peleón memorable, el 29 de mayo de 1976, en el que, pese a haber sido derribado dos veces, Stevenson se impuso por puntos.
con una lámpara de hierro forjado de la época bizantina, donde caballeros, burgueses y campesinos estarían invitados desde ese momento a beber la absenta habitual de Víctor Hugo y la preferida de Garibaldi, así como el hipocrás, en copas de oro.» En realidad, el primer cabaret Le Chat Noir, abierto en noviembre de 1881, empezó sirviendo vino peleón en un local básico, pero en la puerta los huéspedes ya eran recibidos por un suizo espléndidamente ataviado, cubierto de oro de los pies a la cabeza, encargado de hacer entrar a pintores y poetas, mientras dejaba fuera a los «infames curas y militares».