Aterrado y desesperado y lleno de remordimiento. ––Remordimiento, ¿por qué? ––¡Si llegas a morirte me pego un tiro! ––¡Quia!, ¿a qué?
Saqué mi revólver y me lo puse en la sien, diciendo: –¡Di, di, Tomy que tú has ganado! Reconoce que me has ganado o me pego un tiro.
Vecino 1.º ¡El demonio del loco! Mochila ¿Quién ha dicho que estoy loco? Al que lo piense siquiera le pego un sablazo. (Sacando la espada.) Mujeres ¡Ay!
El DOCTOR MIRABEL suelta el faldón de MOCHILA al que viene agarrado. Todos van a quitarse la venda.) Al que se quite la venda le pego un tirito.
-Pos, señó -continuó el señor Curro, después de detenerse un punto para paladear una copa que acababa de ofrecerle el Tulipa-, el Niño, ya arrematao el tratillo que le había llevao a Gaucín, encomenzó un día a tallarse cuatro púas en la posá del Tomillares, y lo que pasa, que se puso a medias con el Carilargo de Utrera y arremataron por montar un tenderete, y como el Niño cuando se puée ganar honradamente la vía tirándole el pego al lucero de la tarde se la gana, y como en eso de tirar el pego, dicho sea sin ánimo de agraviarle, es el mozo to un catedrático, pos es naturá, a las dos semanas de haberse establecío tenían el Carilargo y él pa mercar dos cortijos en la vega.
La mano oculta de la reacción que ametralló a Cádiz y bombardeó a Málaga y apaleó a Ferrer, a Toro y a Pego, y quiso revelar los guardias del ministerio de la Gobernación, era de temer como nunca en las circunstancias por que acababa de atravesar España.
El Alcalde Voy a dar parte al Capitán inmediatamente. Y a ella, en cuanto la coja, le pego una paliza que la deslomo. (Vase puerta primer término izquierda.) Jeremías Pues yo no me quedo así.
El derecho de mojar las galletas en el té, si me place; hasta de comer con el cuchillo..., o con los dedos, ¡qué demonio! Y lo echo todo a rodar..., y le
pego cuatro empellones, y le planto en la calle...
Emilia Pardo Bazán
¡En el cielo se encuentre los cinco duros que le dio para poner el puesto de hortalizas!... A usted no le
pego yo con la puerta en los hocicos...
Emilia Pardo Bazán
A esto no pudo sufrir más el malhumorado, que le pareció burla quererle probar que estaba viendo visiones; y enderezando un bastón que traía en la mano, conforme le había de dar una razón, a estilo de Correo, diole un palo, y tras éste otro, y tras éste cuantos pudo; y como se quejase el filósofo con gritos descompasados rogándole no le pegara más, le repetía a cada golpe: -Se equivoca usted, señor filósofo, que yo no le
pego; es una ilusión de sus sentidos -y dábale otro y le añadía-: Es mentira; a usted no le duele, sino que se le figura.
Mariano José de Larra
No hagas barbaridades sin ton ni fruto, mira que tienes pinta de ser muy bruto, y si me armas alguna por ser violento, te
pego una paliza que te reviento." El perro me miraba como un idiota, sin menear siquiera la cabezota; yo seguí mis sermones, mas de repente levantó una pataza tranquilamente, y ante mis propias barbas hizo una cosa poco limpia y muy poco respetuosa.
José María Gabriel y Galán
¡U obedeces a ciegas si yo te miro, o antes de diez minutos te
pego un tiro!" Y seguimos cazando tranquilamente por la falda suave de la pendiente.
José María Gabriel y Galán