En esa ocasión me enteré de los detalles siguientes: El artista había tomado pasaje para él, su esposa, sus dos hermanas y una criada.
Si el historiador de mañana es además de veras comprensivo y dotado de la capacidad suficiente para no dejarse influir por la verdad formal de los documentos oficiales (válvulas de escape o puentes de plata de mucho uso útil), tampoco ha de explicarnos la pacífica devolución de las Malvinas a su auténtico dueño como un acto “ejemplarizante” de justicia internacional… Lo que sencillamente ha de expresar; lo que debe decirnos prosaicamente, es que el venturoso pasaje a que asistiremos nosotros tiene su real y positiva explicación en el hecho de que coincidieron...
“Aquellos polvos trajeron – efectivamente – estos lodos”: Quitandinha marca el pasaje definitivo de la “buena vecindad” que honestamente auspiciada por Roosevelt tanto había contribuido a una sincera y creciente aproximación de las Américas, a la subordinación de la nuestra – fragmentada – a los designios y dictados del Pentágono.
Porque si he de hablarte con franqueza, te aseguro, que cuando declamo algún pasaje patético, mis ojos se llenan de lágrimas, y que cuando recito algún trozo terrible o violento, se me erizan los cabellos y palpita mi corazón.
Tengo que exceptuar, sin embargo, a Wyatt y a sus hermanas, que se mostraban reservados y fríos, en forma que no pude menos de considerar descortés hacia el resto del pasaje.
Los transeúntes, a través del cristal, me hacían pensar en el agua que corre. Llegado a mi destino, salté a la acera y me adentré en el pasaje lleno de rostros preocupados.
No puedo con mi hacha. Si querés darme para mi
pasaje, te voy a cumplir en cuanto me sane... El mayordomo contempló aquella ruina y no estimó en gran cosa la vida que quedaba en su peón.
Horacio Quiroga
ace años, a fin de viajar de Charleston, en la Carolina del Sur, a Nueva York, reservé pasaje a bordo del excelente paquebote Independence, al mando del capitán Hardy.
Observé que el nombre de mi amigo aparecía colocado en las puertas de tres camarotes, y luego de recorrer otra vez la lista de pasajeros, vi que había sacado pasaje para sus dos hermanas, su esposa y él mismo.
Item, se señalarán Caminos Reales para el pasaje de todos los que por ellos fueren, y carriles para el servicio de las carretas, y por partes y lugares por donde hubiere tierras de pan(1) (para) llevar, no reciban daño, ni las acequias (de su curso) se rompan.
Una tarde recibió O'Higgins, por un expreso, carta de la capital, en que le participaban que su amada Carmen había muerta al dar á luz una niña, vivo retrato de don Demetrio. Inmediatamente contrató pasaje en el vaporcito que debía zar- par al otro día de Cerro-Azul para el Callao.
Para determinar los lugares de difícil acceso, se tomará en cuenta los siguientes parámetros: tipo de transporte, frecuencia de transporte, distancia y costo del pasaje.