La botella fue a caer en el espeso cañaveral de un pequeño estanque que había en el bosque; el gollete recordaba aún perfectamente cómo había ido a
parar allí y cómo había pensado: «Les di vino y ellos me devuelven agua cenagosa; su intención era buena, de todos modos».
Hans Christian Andersen
Le haré un favor a esta pinche vieja, pensé. ¡Hasta las ganas se me habían quitado! Ya ni se me quería
parar... pero cuando comenzamos...
Antonio Domínguez Hidalgo
Me ha sucedido muchas veces, Sócrates, que encontrándome contigo, me he dejado llevar de la más viva admiración al oír tus discursos, y me ha parecido que hablabas mejor que nadie, cuando reprendiendo a los hombres, como un dios que aparece en lo alto de una máquina de teatro, exclamabas: :«¿A dónde vais a parar, mortales?
Con calma aguardaban la hora, el momento de tener fugitivas en las manos unas monedas que pronto irían a
parar a los bolsillos de los cobradores, de los comerciantes o de los abusivos.
Antonio Domínguez Hidalgo
48 De miel los ojos tuyos, Juvencio, si alguien me dejara sin parar besarlos, sin parar hasta miles trescientos besaría, ni nunca me parecería que saciado estaría, no si más densa que las áridas aristas fuera de nuestro besar la siembra.
Yo creo que no hay cosa peor que morir abandonado... Ir a
parar a la fosa común... sin que nadie vaya siquiera a ponerle una flor a nuestra tumba.
Antonio Domínguez Hidalgo
Pero me fue ahorrada aquella vergüenza; había tanta gente en el despacho de loterías, y el hombre estaba tan atareado, que fui a
parar a la caja junto con las demás piezas.
Hans Christian Andersen
La aprendería ahí abajo. A Jorgito, empero, le dieron una moneda de cuatro chelines, que no fue a
parar a la pastelería, no, sino a la hucha.
Hans Christian Andersen
y, no habiendo logrado tenerlos buenos ni malos en mis tres nupcias, y debiendo ir a
parar a él, por ministerio de ley, mi título nobiliario, pienso dejarle mi saneado caudal; cosa que el muy necio no se imagina, y que Dios me libre de que llegue a saber; pues, de saberlo, dimitiría su cargo de Contador, o trataría de arruinarme, para que nunca le juzgara interesado personalmente en mis aumentos.
Pedro Antonio de Alarcón
-suspiró el cuello; y como no había nadie más a quien declararse, se las dio en decir mal del matrimonio. Pasó mucho tiempo, y el cuello fue a
parar al almacén de un fabricante de papel.
Hans Christian Andersen
El hijo del jardinero y uno de sus amiguitos estaban en el invernadero, y al ver al insecto quisieron divertirse con él. Envuelto en una hoja de vid, fue a
parar a un caliente bolsillo del pantalón.
Hans Christian Andersen
O el pozo era en verdad profundo, o ella caía muy despacio, porque Alicia, mientras descendía, tuvo tiempo sobrado para mirar a su alrededor y para preguntarse qué iba a suceder después. Primero, intentó mirar hacia abajo y ver a dónde iría a parar, pero estaba todo demasiado oscuro para distinguir nada.