Hacia el año 1854 — que es donde en lo soterraño se inicia la Restauración — comienzan a apagarse sobre este haz triste de España los esplendores de aquel incendio de energías; los dinamismos van viniendo luego a tierra como proyectiles que han cumplido su parábola; la vida española se repliega sobre sí misma, se hace hueco de sí misma.
Jesús se puso a contar a la gente esta
parábola: "Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos trabajadores y después se fue al extranjero por mucho tiempo.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Fue en el momento en que evocamos al Orinoco de las Fuentes, al Orinoco de las Selvas, al Orinoco de los saltos, al de la erizada cabellera que en la Fuente se alisa sus cabellos y en Maipures se despeina; y luego hablamos del Orinoco ancho, el de Caicara que abanica la tierra, y el del Torno y el Infierno que al agua dulce junta un mal humor de piedras, y ella quedó colgada de mis labios, como Palabra de carne que hiciera vivo el Poema, porque le dije, amigos, mi Parábola, la Parábola del Orinoco, la Parábola del Volcán y las Siete Estrellas.
Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron. 13.18. Vosotros, pues, escuchad la
parábola del sembrador. 13.19.
La Biblia (Nuevo Testamento)
¿Ha sido sin embargo lo sabido de la idea un obstáculo para que Balzac se haya coronado de gloria con La peau de chagrin? El huevo de Colón es la
parábola más significativa de lo que hace el talento.
Mariano José de Larra
13.24. Otra
parábola les propuso, diciendo: El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» 6. Jesús les dijo esta
parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Entre los gamelotes nos echamos al suelo, coronados de yerbas y allí, en mis brazos, casi se me murió de amores cuando le dije la Parábola del volcán y las siete estrellas.
Ella me contaba historias de su nación, leyenda que se pierden entre los siglos como raíces en la tierra, pero de pronto me cayó en los brazos y estaba urgente y mía, coronada de yerbas, cuando le dije la Parábola del volcán y las siete estrellas.
Quien tenga oídos para oír, que oiga. 7.17. Y cuando, apartándose de la gente, entró en casa, sus discípulos le preguntaban sobre la
parábola. 7.18.
La Biblia (Nuevo Testamento)
1. Les decía una
parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer. 2. «Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?» 9. Dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta
parábola: 10.
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