Si el problema es la pérdida del sentido por el vacío, si además estamos condenados a un
ocio, podríamos reinventar la vida, el sentido de la vida; y en consecuencia, reinventar el sentido de la política.
Elisa Carrió
De cuando en cuando, en horas de ocio o de extrema congoja, veíamos con superlativa sorpresa que de lo más hondo de nuestra persona salía nuestro verdadero yo, y que este yo era un niño, un niño incorregible, un pequeño cazador de mariposas, voluntarioso e indomesticable, que siempre esperaba lo absurdo.
El problema ahora es que la epistéme es la que se rompió. Es la mirada, entonces yo no sé a donde mirar, por eso habría que repensar si el
ocio no es vacío.
Elisa Carrió
y no conoces lo terrible de combatir para no hundirse en el tedio de no hacer algo que en realidad nos satisfaga plenamente Por eso es que se nos ocurren miles de estúpidas extravagancias para no sucumbir en el
ocio aburrido de nuestra clase...
Antonio Domínguez Hidalgo
Siempre están de parte de la comodidad y del ocio, llamando pacíficos a los infames, y atentos a los envilecidos; y son tan malos, que sólo es peor el que los da crédito.
arta XXXVIVentajas del reposo (Se incide en la Carta IX) Exhorta a tu amigo a menospreciar valerosamente a aquellos que presumen de haber conseguido la sombra y el reposo, de tener aún su dignidad, y que, habiendo podido conseguir mucho más, a todo haya preferido el ocio.
Por su mano se entretenía en afilar en los ratos de
ocio las agudas saetas de su ballesta de marfil, él domaba los potros que había de montar su señora, él ejercitaba en los ardides de la caza a sus lebreles favoritos y amaestraba a sus halcones, a los cuales compraba en las ferias de Castila caperuzas rojas bordadas de oro.
Gustavo Adolfo Bécquer
¿Crees que solo son deseables aquellas cosas que nos vienen por la vía del deseo y del ocio y que todos reciben con las puertas adornadas?
Estos tales al lado de los príncipes, siempre ocupando con invenciones el ocio y poblando de mentiras la atención real y desacreditando con la traición a los leales y con los chismes de la paz los trabajos de la guerra, han ocasionado los estragos y castigos que han hecho los flacos y mal aliñados.
Se aprovecha a las sociedades del ocio inútil para venderles y se dice que las habladurías y el saber detalles de vidas ajenas, es menos dañino que el alcoholismo y otras drogas.
Hay que crear en nuestros indios necesidades que los alejen del ocio, y hagan nacer en ellos hábitos de trabajo Hay, por fin, que ilustrarlos, y eso únicamente se obtiene multiplicando las es- cuelas.
Yo era, por entonces, socio activo de la muy antigua y acreditada casa de Ocio, Bausa y Compañía; y esta circunstancia abonará ante usted el em- peño con que consagré la poca ó mucha actividad de mi cere- bro á discurrir sobre el tema.