Por eso, ayer charlaba con Carlitos Zannini cuando volvíamos en el helicóptero a Olivos y como a la tarde tuve la visita de un querido amigo, monseñor Alejandro Bucolini, que fue obispo de Santa Cruz durante los 12 años de gestión de Néstor, está muy enfermito, muy lúcido pero muy chiquitito, era un hombre imponente, grande y el Parkinson y la edad lo ha derrumbado, pero está maravillosamente lúcido y con mucho amor y con mucho afecto, me trajo una Virgen también, y yo cuando me subía al helicóptero le comentaba eso a Carlos y le decía "bueno, mirá, dentro de todo lo que me consuela es que él no hubiera tal vez soportado verse así deteriorado", bueno, porque era una persona muy orgullosa y muy erguido.
Los miembros de la Suprema Junta Provisional Gubernativa: : Don Antonio Joaquín Pérez Martínez, obispo de la Puebla de los Ángeles.
El Rey hizo otra pausa, y con la mirada recorrió la estancia, un salón oscuro, entarimado de nogal, con las paredes cubiertas de armas y de banderas, las banderas ganadas en la guerra de los siete años por aquellos viejos generales de memoria ya legendaria. Allá en un extremo conversaban en voz baja El Obispo de Urgel, Carlos Calderón y Diego Villadarias.
El Rey sonrió levemente, con una sonrisa de triste indulgencia, que yo nunca había visto en sus labios: —Ya están celosos de que hable contigo, Bradomín. Sin suda no eres persona grata al Obispo de Urgel.
Ya me retiraba para obedecer aquella orden, cuando el Rey, en alta voz de suerte que todos le oyesen, me advirtió: —Bradomín, no olvides que comes conmigo. Yo me incliné profundamente: —Gracias, Señor. Y llegué al grupo donde estaba el Obispo. Al acercarme habíase hecho el silencio.
Hacía mucho tiempo que todos habían llegado allá a su ciudad cuando ajustaron las veinticuatro Mansiones allí en la ciudad de Gumarcaah. Bendecida por el Santo Obispo, esta ciudad está vacía, abandonada .
apronte y remita cuantos auxilios necesite y pida el obispo Andreu por sí o por medio del comandante, que elijirá el virey de Lima, sin perjuicio de que contribuya ese consulado para la construcción de iglesia y demas obras públicas, como resolvió S.
Renuévese en la memoria de el santo establecimiento de las Leyes góticas, por Eurico, rey godo, escribiéndolas nuestro patricio y glorioso obispo San Severo, año 446, mejoradas por el rey Suintila o Sisenando, año 637, en el cuarto concilio toledano, con asistencia de seis obispos de nuestra provincia.
Se hablaba ya, como de cosa resuelta, de una procesión en que debía ir toda la población descalza y a cráneo descubierto, acompañando al Altísimo, llevado bajo palio por el
obispo, hasta la barranca de Balcarce, donde millares de voces conjurando al demonio unitario de la inundación, debían implorar la misericordia divina.
Esteban Echeverría
Uno lo es por el espíritu, otro por el cuerpo; uno fue puesto en el mundo como signo de admiración, otro como guión mayor, y cada uno puede preguntarse: ¿cuál es mi destino? Éste será
obispo, aquél será sólo un pobre seminarista, pero todo está sabiamente dispuesto.
Hans Christian Andersen
-Sí, todos le pediremos, será nuestro abogado -afirmó el
obispo, cruzando las manos fervorosamente, en un transporte de su hermosa alma, rebosante de piedad y unción.
Emilia Pardo Bazán
-añadió, conmovido también, mientras el
obispo, gravemente, trazaba en el aire la bendición sobre las cabezas de los padres del santo.
Emilia Pardo Bazán