Y la navaja se había enterrado, y los rayos x revelaron que la punta de la navaja estaba en la orilla de mi aorta, la arteria principal, y una vez que esté perforada te ahogas en tu propia sangre; ese es tu final.
El barberillo le dio a la
navaja dos últimos toques sobre la palma de su mano, se inclinó sobre Mahomet, suspendió la
navaja sobre la garganta del sedero y le susurró con voz sumamente dulce: -¿Te acuerdas de Azerbaijan?
Roberto Arlt
Bien, después de cuatro días, me permitieron, después de la operación, después de que mi pecho había sido abierto y la navaja había sido removida, moverme en una silla de ruedas en el hospital.
Mahomet, con la nuca apoyada en el respaldar de la silla, miraba por entre los párpados cerrados al barberillo, al tiempo que hilvanaba las razones que ex- pondría ante el cadí. El hombre de Ceilán se inclinó y tomó una
navaja.
Roberto Arlt
i Aquí fué el crujir de dientes y el encabritarse. Apeló á tijeras y á
navaja de buen filo, y allí estaban, resistentes á dejarse cortar, el par de pelos.
Ricardo Palma
Cuando el presidente del Ecuador don Gabriel García Moreno realizó, en Jambelí, la horrible matanza de los jóvenes que contra su autoridad se rebelaron, encontró en la cartera del caudillo fusilado un billete sin firma, que así decía: «Compadre: Acepto, y queda amarrada la pelea; pero le » advierto que mis gallos 5, 7 y 10 no son de a pico, sino »de
navaja.» —;Ah!— exclamó García Moreno.— Esto sólo Navarro Viola lo descifra Muy pocas horas después estuvo el presidente de regreso (en Guayaquil, y su primera medida fué ordenar la prisión del hombre a quien, no sabemos con qué fundamento, atribuía la paternidad del billete.
Ricardo Palma
Él extrajo del bolsillo el rollo de alambre, desenrolló un trozo, midió, cortó con su
navaja, retorció uno de los extremos, calculó alturas, lo afianzó a una rama sólidamente, ensayó la resistencia y, pasando al otro lado, probó si había rama que permitiese tender el hilo metálico recto al través del camino.
Emilia Pardo Bazán
Pero quitarle una prenda a la mujer propia pa regalársela a ese puñao de viruta y premitir aluego que ese puñao de viruta se jarte de decir a boca llena que no se da por contenta jasta que yo le borde un vestío de cristianar... Vamos, señá Gertrudis, que hay cosas que cortan más que una navaja barbera.
Una de esas noches de luna iba Mariquita por el Puente lanzando una mirada a éste, esgrimiendo una sonrisa a aquél, endilgando una pulla al de más allá, cuando de improviso un hombre la tomó por la cintura, sacó una afilada
navaja y ¡zis!
Ricardo Palma
Combatir al gobierno será convertirme en presidiario y adularlo, en estos momentos, sería tanto como afeitar un cadáver: se muella e inutiliza la
navaja y se desprestigia el barbero.
Antonio Plaza
Paco Cárdenas le repuso, sonriendo y encogiéndose de hombros: -Pos lo que le dije fue: «Mire usté, compadre, cuando yo acerté anoche el puesto del Gallareta, lo acerté poique estaba pensando con qué jerramienta me había de cortar la yugular, si con una navaja barbera o si con una de Albacete.
Fue instantáneo; el automóvil, loco y sin dirección, corrió a despeñarse por la pendiente, arrastrando a su dueño, a quien el alambre había degollado, con la misma prontitud y limpieza que pudiera la mejor
navaja de barbería...
Emilia Pardo Bazán