Vía dermal (por la piel); esto ocurre cuando los brazos, las manos, la cara, el tronco, el cuello o los ojos entran en contacto con el agroquímico. Vía nasal (por la nariz); esto ocurre cuando se mezclan plaguicidas sin careta u otros elementos de seguridad.
-Pero aquí vienen algunos senadores de consejo que pueden dártelos buenos. Un grupo de patos avanzaba balanceándose de un lado a otro, y manifestando con su grito nasal una satisfacción íntima y sincera.
Ignoro hoy si mi adversario sufrió; pero sí recuerdo que, aunque el honor quedó en salvo, salí de la arena mal acontecido, sin ver claro, con una variante en la forma
nasal, y un dedo de la mano derecha fuera de su posición normal.
Miguel Cané
¡Susto!, ¡mirá quién viene!»; y que, sin enojarse, conviniendo así, tácitamente, que su fealdad nativa merecía ser castigada con las bromas de Baldomero, Pedro, dándose vuelta para ver, contestaba con sencillez: «Nariz de porongo», todos sabían que en el palenque se apeaba el viejo Cipriano, dotado por la naturaleza, ayudada por el sol y copiosas libaciones, de voluminoso apéndice nasal.
Recordé a un cretino que vivía al lado de mi casa y que constantemente decía con voz
nasal: "Si yo no tengo la culpa." "Canalla...
Roberto Arlt
-¡Qué variedad!, ¡qué diferencia!, ¡qué opuestos polos! -exclamó entonces con voz recalcada y nasal-. Aquí desprecia un dios lo que en el mundo, en las cortes, en los palacios exigen los hombres de los otros hombres.
-Como recibirá a las restantes naciones del mundo en el instante por Él previsto -añadió el otro con acento nasal-; lentamente trenza su red el Señor, mas los agujeros de ésta son finísimos.
El súbito desprendimiento, la fuga y el disfraz de mi apéndice nasal, apareciendo primero bajo el aspecto de un funcionario y luego con el suyo propio, no son ni más ni menos que consecuencia de las hechicerías practicadas por usted o por quienes se ejercitan en menesteres tan nobles como los suyos.
Cierto que en cada fosa
nasal puede llevar contrabando, y que tiene la mirada pitañosa como sirviente sin sueldo o babión sin destino, cierto que hay muchachos más lindos, más simpáticos, más ranas, más prácticos para pulsar la vihuela de tu corazón y cualquier cosa que se le ocurra al que me lee.
Roberto Arlt
“Cantá, cantá”, decía la madre; y sobre melodía plañidera, sin sentido, se arrastraban las palabras con un lloriqueo
nasal, mientras el semblante conservaba su habitual expresión de empaque.
Ricardo Güiraldes
« Y el hijo del maestro de escuela, con tono
nasal y recalcado, sale con una relación de El zapatero y el rey, estropeando versos y desfigurando palabras, y con tal manoteo y tan descompasados gritos, que el auditorio, nemine discrepante, le proclama el Roscio, el Talma, el Máiquez de la provincia.
Ángel de Saavedra
Notó que tenía el cuello desprendido y unos hilos de agua le corrían hasta la garganta. Desde el tabique
nasal le subía por el hueso un dolor titilante, y a cada momento le parecía que iba a estornudar.
Roberto Arlt