Todos los oficiales, sargentos, cabos y soldados se han comportado como buenos vasallos, y defensores de nuestro rey Fernando, les estoy muy obligado como de señor mayor general el coronel don Indalecio González de Socasa, y comandante de cuerpos don Narciso Bosagoitía, don Marcos Llano, y don Juan Crisóstomo Cabero, pues me han ayudado en un todo, pero sin agraviar tropas tan beneméritas debo hacer particulares elogios de los veteranos del real Borbón mandados por Cabero y los voluntarios del Rey, de quien es comandante Hontaneda, pues tomando una altura ya ocupada hicieron lo que tanto se elogia con razón en las mejores tropas de línea.
Los cuatro jodedores que no habían compartido el lecho de los amigos les llevaron, en cuanto se hubieron levantado, a Céfiro a la habitación del duque, Adonis a la de Curval, Narciso a la de Durcet y Zelamiro a la del obispo.
La prostituta debe cagar, él come sus excrementos en el suelo. Aquella misma noche el obispo desvirga a Narciso, que es entregado también la misma noche para no perturbar la fiesta del 23.
Manuel Díaz, vecinos. M, Belgrano (firma). Narciso de Iranzuaga (firma) Escribano Público." 26 de mayo de 1820 ATTE: Manuel Belgrano
Muerte de Jesús y llanto de María. Madrid, 1623 Fabula de Narciso e Echo. Lisboa, 1623. En portugués Divinas e humanas flores. Madrid, por Diego Flamenco 1624 Noches claras .
SEPTIMA Va el otro narciso, pisaverde a pie por la calle en tiempo de todos y por más cuidado que pone en las chinas o piedras que están descubiertas para asegurar los pies y andar de guija en guija, resbálase el pie y hace pedazos el pobre culo y de más a más se hace una plasta de todo que le coge de pies a cabeza.
Con gran curiosidad de saber a qué oficio se dedicaría aquel Gerineldos, el patrón se acercó a él y empezó el interrogatorio: -¿Cómo se llama usted, amigo?- le preguntó. Y contestó el mozo andaluz: -Para servir a Dios y a usted, yo me llamo
Narciso Delicado, alias Poca-pena.
Juan Valera
Éste, luego que vió la bella gata, más reluciente que fregada plata, tan perdido quedó, que noche y día paseaba el tejado en que vivía, con pajes y lacayos de librea (que nunca sirve mal quien bien desea); Y sucedióle bien, pues luego quiso, ¡Oh gata ingrata!, a Mizifuf
Narciso, dando a Marramaquiz celos y enojos.
Lope de Vega
Sin embargo, hay casos en que las sirenas, falsos amigos, gritan “tú eres el rey” y ¡cuánta ceguera llega a producir a los que se dejan adular! PERSONAL Narciso Bassols Calle del Árbol No 9 Villa Obregón, D.
Tienes la memoria en lo que concierne a mi actitud frente a las divisiones internas. Sería bueno que te hicieras asesorar por dirigentes juveniles de la época y por Narciso Irureta.
Los padres
Narciso Girval y Barceló y Manuel Sobreviela, evangélicos misioneros, enviaron al Mercurio peruano notables descripciones y mapas importantes de las montañas.
Ricardo Palma
pero le prometí a don Narciso ir a votar, porque así me lo pidió, cuando lo compuso a Manuel, mi hermano, por esa pelea que tuvo, el mes pasado, y en la cual cortó medio feo a Juan Sota.