Tiene varias inherentes al artilugio lúdico: Naype o Naipe, para esta voz se desconoce una etimología cierta, dándose varias versiones.
uego de Naipe español (baraja española), variante de la Brisca, pero con apuesta de dinero, Se puede jugar de a tres a nueve jugadores, Para este juego se utiliza la baraja española sin los ochos y nueves.
Finalmente, la pequeña asiste a la Corte de la Reina de Corazones, quien es mostrada como un verdadero naipe que manda que corten la cabeza a cualquiera utilizando unas tijeras.
Cinco es el término medio y, por lo general, las probabilidades de mejorar o empeorar están empatadas al 50%, quedando al criterio del jugador solicitar o no un naipe más.
En cada turno, el jugador solicitará un rango numérico de naipe a otro jugador (por ejemplo, un 4).: Si el jugador a quien se le solicitó el naipe posee uno o más dentro de ese rango, debe entregárselos al otro jugador.: Si no posee ningún naipe en el rango, debe decir la palabra ¡pesca!, o, en algunos países, la frase ¡ve a pescar!; el jugador solicitante, entonces, retirará un naipe del océano.: Si el naipe obtenido del océano coincide con el que solicitó antes, deberá mostrarlo al resto de los jugadores y podrá continuar su turno.
Su nombre en español quiere decir Bromista, aunque también hace referencia a un naipe de la baraja inglesa, equivalente al comodín.
Matar: Tirar una carta mayor de la que hay sobre la mesa. Ir: Jugar un naipe de baja jerarquía. (voy a vos) Poner: Jugar un naipe de alta jerarquía.
Mudan vestidos muy a menudo, por no ser conocidos de la justicia, que llaman gura, con quien son grandes estadistas; pero en ese tiempo corre poco su oficio, porque no hay niño que no sepa si el naipe pica o está limpio, ni señor que no trate de entenderlo por curiosidad.
Se dejó arrastrar por los impulsos que retuercen al hombre que se siente por primera vez a las puertas de la cárcel, impulsos ciegos que conducen a un desdichado a jugarse la vida en un
naipe o en una mujer.
Roberto Arlt
Quizá buscando en el
naipe y en la hembra una consolación brutal y triste, quizá buscando en todo lo más vil y hundido cierta certidumbre de pureza que lo salvará definitivamente.
Roberto Arlt
Hay otros sufridos, rateros, que éstos se llaman amigos de amigos; llévanlos a su casa, piden a su mujer que cante y baile, envían al huésped por colación, va el propio por ella y tárdase. Forma un garitillo para aparroquiar su casa con los del naipe, guitarras, etcétera.
Ruedas de «canfinfleros» rodeaban las mesas. Jugaban al
naipe, a los dados o al billar. Ergueta miró en redor, luego, escupiendo, dijo en voz alta: –Todos cafishios.
Roberto Arlt