Todo se debe a que hasta ahora no ha habido una verdadera educación para los mexicanos basada en principio neohumanísticos y con maestros cultivados en ello, lo cual es de lamentar, ya que nuestro pasado histórico nos da muestras de nuestra autenticidad pedagógica: el Calpulli, el Cuicacalli, el Tepochcalli, el Calmécac, como instituciones educativas de nuestro mundo náhuatl...
El campo noemático de lo que he llamado neohumanístico, por tanto, y se hace necesario dejarlo muy claro, no se refiere a una reinstauración del humanismo clásico-renacentista-neoclásico, sino a una reconsideración analítica de lo humano como elemento de la totalidad sistémica y holística que es el Universo, y cuyos antecedentes se han ido descubriendo, de manera sorpresiva, en el mundo prehispánico, de modo fundamental náhuatl, aunque estudiosos de otras etnias de México van encontrando coincidencias tanto en sus respectivos imaginarios como en sus específicas realidades colectivas.
El General en Jefe del Ejército Libertador del Sur Emiliano Zapata. (Manifiesto zapatista en náhuatl). Al pueblo de México: A los pueblos y gobiernos del mundo: Hermanos: No morirá la flor de la palabra.
Ha hablado ya en lengua náhuatl, paipai, kiliwa, cúcapa, cochimi, kumiai, yuma, seri, chontal, chinanteco, pame, chichimeca, otomí, mazahua, matlazinca, ocuilteco, zapoteco, solteco, chatino, papabuco, mixteco, cuicateco, triqui, amuzgo, mazateco, chocho, izcateco, huave, tlapaneco, totonaca, tepehua, popoluca, mixe, zoque, huasteco, lacandón, maya, chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mame, teco, ixil, aguacateco, motocintleco, chicomucelteco, kanjobal, jacalteco, quiché, cakchiquel, ketchi, pima, tepehuán, tarahumara, mayo, yaqui, cahíta, ópata, cora, huichol, purépecha y kikapú.
El universo se encuentra en constante expansión; nada hay definitivo en el conocimiento y en las transformaciones incesantes del cosmos; hemos de estar conscientes de esta incertidumbre y de la relatividad de los sistemas. A esa perpetua materia-energía creadora en incesante perfeccionamiento el mundo náhuatl lo llamó Teotl.
A esa conciencia el mundo náhuatl le denominó Tezcatlipoca, símbolo de la misma, manifestado artísticamente en iconemas y en objetos que los españoles confundieron con un demonio ¿Acaso la conciencia no se convierte en nuestro propio demonio, o en ángel, también?
El aumento de $ 4.200,000.00 en el programa de inversiones del Instituto Nacional Indigenista hizo posible que, con una inversión de $ 1.500,000.00, se iniciaran los trabajos para establecer un nuevo centro coordinador en la sierra náhuatl - totonaca, del Estado de Puebla.
El propio Instituto puso en servicio las instalaciones del Centro Coordinador Náhuatl - Totonaca en Zacapoaxtla, Puebla y las del Centro Coordinador Tarahumara en Turuachi.
LEÓN Portilla, Ascensión H. de, TEPUZTLAHCUILOLLI Impresos en Náhuatl, UNAM, México, 1988. LEÓN Portilla, Miguel, TOLTECAYOTL, Aspectos de la Cultura Náhuatl, Fondo de Cultura Económica, México, 1980.
Muchas de nuestras etnias sobrevivientes aún conservan muchos de esos saberes naturales, como los tojolobales, por ejemplo o lo que subyace en los textos literarios que se conservan del mundo náhuatl, maya o purépecha, entre otros.
No es entonces raro, que los curiosos frailes y los primeros indígenas educados por ellos en el célebre Colegio Imperial de la Santa Cruz de Tlatelolco, fundado para los pilli o hijos de la gente que ocupaba lugares distinguidos en la organización social destruida, se dedicaran a aprender las lenguas indígenas, sobre todo el náhuatl y escribieran las primeras descripciones gramaticales y vocabularios de tales lenguas.
1785) sirvieron para la evangelización, pero ya con un sentido diverso, pues los ideales de la independencia circulaban por el aire de la época y aprender náhuatl significaba recuperar la nacionalidad perdida.