Y pues es tanto perjuicio del prójimo, te suplico yo, Señor, no lo disimules, mas luego muestra aquí milagro, y sea desta manera: que si es verdad lo que aquél dice y que traigo maldad y falsedad, este púlpito se hunda conmigo y meta siete estados debajo de tierra, do él ni yo jamás parezcamos.
Porque yo -era lo más espantoso-, yo no había sufrido la suerte común. Ignoro por qué
milagro, por qué extraño privilegio, me encontraba vivo...
Emilia Pardo Bazán
--¡Quince días! --¡Ni más ni menos!--Y como no tocarás la corneta, (porque Dios no hará un
milagro), nos fusilarán a los dos sin remedio.
Pedro Antonio de Alarcón
Y cuando el landgrave tiró violentamente del paño, se produjo el
milagro: el pan y el vino y cuanto contenía el cesto, se habían transformado en rosas.
Hans Christian Andersen
Lo botamos sin dificultad, aunque sólo por milagro no se volcó al tocar el agua, y embarcaron en él el capitán y su esposa, Wyatt y su familia, un oficial mexicano con su esposa y sus cuatro hijos, y yo con mi criado de color.
¡Milagro!” Cuando él vido que los rostriquemados bastaban para testigos del milagro, no la quiso dar más a besar. Subióse al pie del altar y de allí decía cosas maravillosas, diciendo que por la poca caridad que había en ellos había Dios permitido aquel milagro y que aquella cruz había de ser llevada a la santa iglesia mayor de su Obispado; que por la poca caridad que en el pueblo había, la cruz ardía.
Poco a poco y con un esfuerzo que ni yo me podía creer, me acerqué hasta el lugar donde estaba el matorral y sin ningún contratiempo, cuando me hallaba a punto de cortar uno de aquellos frutos, la piedra en la cual estaba parado, se aflojó y cayó; fulminantemente resbalé. Casi despeñándome y desesperado por el pánico, pude alcanzar el arbusto por milagro y de él me sostuve.
Finalmente, desde el punto de vista rioplatense, Las Piedras fue como el milagro que reavivó la llama de la fe en la causa republicana que declinaba sin pausa, desde la derrota de Belgrano en el Paraguay.
Era seguro que en pocos años se realizaría el milagro de la resurrección que nuestros TLATOANIS, TEOPIXQUES, TLAMATINIMES, TLACUILOS estaban preparando para que sirviera como nuevo símbolo de unidad entre los mexicanos.
Utilizando sus conocimientos de cómo hacer colores eternos, como lo habían hecho en TEOTIHUACAN, o los hermanitos MAYAS en BONAMPAK, lograrían hacer una obra de arte maravillosa, tan prodigiosa que sólo cual milagro sería concebida.
Los más grandes TLACUILOS sobrevivientes y los mayores sabios en hierbas y flores pusieron en acción la maravilla de sus conocimientos que aún tenían entonces para cultivar flores, elaborar pinturas eternas, en técnica admirable, y preparar materiales donde se conservaran las imágenes, cual milagro.
¡Sí! Milagro de los sabios del antiguo ANAHUAC, que de esa manera dejaban su testimonio-códice-imagen, que enviara el mensaje a todo su pueblo: ¡Del niñito hijo de la energía, Teopiltzin, brota nuestra reverenda madre-padre, tierra-sol-luna-escudo, simultáneamente, bajo el cielo estrellado de ANAHUAC que la envuelve, y entre las flores embriagantes, en su seno, late el amor y la esperanza de un futuro mundo perfeccionado, mejor!