De Amor la culpa es; pues mi alma ignora que pueda más doler que su malicia, que dulcemente en el principio aplaude, mas urde de secreto engaño y fraude.
Único polo de Libertad y Privilegios. No consiguió en estas cortes ventajas para la como la malicia ha publicado. Vinieron las armas aliadas en 1704...
con su conocido amor a la Patria, les persuadas que no tienen que temer; Que no den credito a vozes vagas, esparcidas muchas vezes con sobrada malicia pa.
A quien leyere Para que se vea invención nueva del acierto del desorden en que la muerte y las puñaladas fueron electores del Imperio, escribo en la vida de Marco Bruto y en la muerte de Julio César los premios y los castigos que la liviandad del pueblo dio a un buen tirano y a un mal leal. Tropelía son de la malicia los buenos malos y los malos buenos.
Esta templanza y razón de Estado vive mal informada del fin que tienen en tales libelos las lenguas postizas de las puertas y cantones. No es su intento deshonrar al que vituperan; más oculto es el tráfigo de su malicia.
Existo en todo sitio ¡Siéntanme! Escudriñen la amenaza de las junglas, el trino plumero de las aves, la trémula
malicia de las hojas y las bestias...
Antonio Domínguez Hidalgo
Discurso En los grandes movimientos de las repúblicas y reinos hacen oficio de adivinos los desocupados maliciosos, y de astrólogos los mal contentos que atienden. No todo lo que se calla y se descubre es falta de secreto, sino muchas veces sobra de malicia ajena.
La buenas costumbres tienen, entre otras, la ventaja de la complacencia propia y de la perseverancia: la malicia es ligera y cambia a menudo, no para mejorar, sino para mudar.
Y tan no les tengo mala voluntá que yo, que no me los he trompezao entoavía, si me los trompezara ahora mismo, pongo por caso, y yo hubiera visto como he visto a los del tricornio, les diría: «Oye tú, Muleto, y oye tú, Niño, a ver si sus largáis de aquí, que sus va a goler la cabeza a pórvora y sería un contra Dios que sus pasara cosa de tan mal arate.» Y al decir esto sonrió irónicamente el viejo, mirando con ojos radiantes de malicia a los para él, sin duda, desconocidos.
Y el rumor de estos misterios Entre el vulgo propagado, Por el vulgo interpretado Con ruin malicia vulgar A mil fábulas audaces Crédito asaz infundia, Y á cada punto crecia En la chusma popular.
—Don Luis, lo dicho: ese es el mercader. —Mas la noticia de mi venida… —Su atención es mucha, y mucha su malicia. Seguro estoy, don Luis, que no ha pasado un día en que en la playa no haya diestro vigías apostado para vernos venir.
Ya sonreía afectado por ideas seductoras, ya el entrecejo fruncía por negros recuerdos de otras; y tan absorto se hallaba con sus visiones gloriosas, que ya alzaba el sacerdote la sacratísima forma, y él, sin bajarse a adorarla, en su quietud silenciosa continuaba con escándalo del pueblo que cree y adora. Y la verdad que no era culpa enteramente propia, pues parte habría del diablo la malicia tentadora.