Pero el amigo de Juan lo oyó, y en el mismo momento en que la hija del Rey entraba en su dormitorio y el brujo se disponía a volverse, agarrándolo por la luenga barba negra, ¡zas!, de un sablazo le separó la horrible cabeza de los hombros, sin que el
mago lograse verlo.
Hans Christian Andersen
Aquí recogeremos la declaración, la manifestación, la aclaración de lo que estaba escondido, de lo que fue iluminado por los Constructores, los Formadores, los Procreadores, los Engendradores; sus nombres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día, Gran Tapir del Alba, Dominadores, Poderosos del Cielo, Espíritus de los Lagos, Espíritus del Mar, Los de la Verde Jadeita, Los de la Verde Copa; así decíase.
Al instante deshicieron, destruyeron una vez más, su construcción, su formación, y después dijeron: “¿Cómo haremos para que nos nazcan adoradores, invocadores?” Celebrando consejo de nuevo, dijeron entonces: “Digamos a Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día: «Probad de nuevo la suerte, su formación»“.
Declarad vuestros nombres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día, Pareja Procreadora, Pareja Engendradora, Gran Cerdo del Alba, Gran Tapir del Alba.
90 Nazca un mago del nefando, de Gelio y de su madre, matrimonio, y aprenda el pérsico aruspicio: pues que un mago de la madre y su nacido sea engendrado propio es, si verdadera es de los persas la impía religión, para que, grato a ellos, venere él con una acepta canción a los divinos, el omento pingüe en la llama cuando él licuezca.
Este mismo Principal Guacamayo tenía un gran árbol, el Byrsonia; era el alimento de Principal Guacamayo; cada día iba al Byrsonia, subía al árbol; veía algunas vainas comidas por Maestro Mago.
Después fue tiroteado con cerbatanas por Supremo Maestro Mago, quien le plantó la bala de la cerbatana en la mandíbula; gritó a voz en cuello al caer del árbol al suelo.
Supremo Maestro Mago se apresuró, corrió aprisa para apoderarse de él; pero entonces el brazo de Supremo Maestro Mago fue asido violentamente por Principal Guacamayo, quien al instante lo sacudió, lo arrancó bruscamente del omoplato.
Era muy picarón, si supieran… Pero se creía mago y me dejó encantada, sonriendo para siempre, sin la esperanza de que venga un príncipe y me quite la dichosa sonrisita, que con la cuenta de la luz que gastan en mí, para que me vea lisa y no se le noten las arrugas a esta Mona, - a la tela de mi pintura, me refiero- se me ha hecho eterna como el título de su revista.
El gran mago Kappa haría la presentación de su museo de cera donde se podía ver a Frankenstein, al terrible káiser Hitler de Alemania, a King-Kong, tan real, que pesaba mil kilogramos, y a otros seres terríficos y fenomenales como la Momia, Drácula, el Hombre Lobo, los Zombis, el Fantasma de la Opereta, Quasimodo, Nosferatus, la Tarántula gigante así como las hormigas destructoras y dragones.
Pero, por otra parte, ha sacado de su padre el estar siempre sobre la pista de todo lo que es bueno y bello; es varonil, osado, perseverante, gran cazador, siempre inventando algún artificio, ansioso de saber y aprendiendo con facilidad, filosofando incesantemente, encantador, mago y sofista.
He aquí el origen de la derrota de Principal Guacamayo por dos engendrados, el primero llamado Maestro Mago, el segundo llamado Brujito; eran dioses .