En seguida buscaron el sitio adecuado para construirla y lo encontraron en una llanura tan amplia que muy bien hubieran podido caber unas ciento sesenta casas.
El pelo se le engrifó por la desgracia de no tener aquello que para él era casi sagrado. Imagínense, un tigre sin grúa a mitad de la llanura tan transitada.
Extiéndese por una
llanura sin límites, y su bullir de gusanera rodea al Gesù, que ha ido insensiblemente transformándose en hombre hecho y derecho: ya tiene barba ahorquillada y rizoso cabello castaño; ya su rostro ha adquirido la gravedad viril.
Emilia Pardo Bazán
Pero no sabían cómo buscar la ocasión para manifestar su talento. Cuando hablaban entre sí de su situación, acertó a pasar una liebre corriendo por la
llanura.
los Hermanos Grimm
El mar, aun al que habita algun planeta Quiere auxiliar á donde el sol no alcanza: Allá la luz se avanza De esta llanura inquieta; Y para el que en la luna luz no viera; La tierra es por su mar grande lumbrera.
A mi paso, los tímidos rayos lunares fueron dejando ver una extensa llanura donde se miraba un desordenado montón de casuchas muy negras, como tiznadas de carbón, y el arrastre de siempre me impulsó hacia ellas.
Hundía el sol su disco refulgente Tras la llanura azul del mar tranquilo, Dando sitio a la noche, que imprudente Presta con sus tinieblas igualmente Al crimen manto y al dolor asilo.
Conforme iban cayendo al golpe de la hoz incansable esos hombres mejores y de histórica fisonomía, la figura castiza de Azcárate parecía condensar sobre sí todas las alusiones, remembranzas y sentimientos que en nosotros aquel pasado levantaba, como en la llanura, bajo el Sol, alza el viento doradas tolvaneras.
En un momento Arregló sus negocios Conforme al concebido pensamiento, Y a las diez poco más de una mañana Salió sobre una yegua jerezana Más ligera que el viento, Y tres días después desde la altura Del cano Guadarrama De Madrid contemplaba la llanura, Donde sus nieves pródiga derrama.
En esos momentos se presentó un coronel quien, informado por Lujan del estrago producido por la mina, dijo lacónica- mente :— Baje usted con esos hombres á la falda del Morro, y fusílelos. vencedores y vencidos emprendieron con lentitud el des- censo de más de trescientos metros que los separaban de la llanura.
Algunas velas escarlatas se doblaban sobre la
llanura de agua; los peces voladores trazaban vertiginosas curvas; la ciudad había quedado atrás; entraron en el camino que conducía a los arrozales.
Roberto Arlt
Siempre hemos tenido, pues, siempre vinimos asumiendo, vinimos dándole, imprimiéndole, entendiendo este proceso o este proyecto, como un proyecto histórico, necesariamente de largo aliento, de largos horizontes, de muchos caminos, como diría el gran Rómulo Gallegos, de las sabanas venezolanas: “Llanura venezolana, propicia para el esfuerzo, como lo fue para la hazaña, tierra de horizontes abiertos, toda caminos como la esperanza, toda caminos… —perdón me equivoqué— Toda horizontes, como la esperanza; toda caminos, como la voluntad…”.