Vara sutil de magistrado lleva, Que en él parece látigo sangriento, Ningun rasgo de humano sentimiento En su frente fanática se ve.
Ion: Inclínate, le dice, bien preparado, sobre tu carro a la izquierda; al mismo tiempo con el látigo y la voz apura al caballo de la derecha, flojándole las riendas; haz que el caballo de la izquierda se aproxime a la meta, de manera que el cubo de la rueda, hecho con arte, parezca tocar en ella, y que sin embargo evite tropezarla.
Tuna! Si alguien caer hubiera visto sobre el rostro indefenso de la ciega esa vara cual
látigo de fuego... con qué odio y rencor te maldijera!
Vicenta Castro Cambón
Salté hacia la orquídea, y allí, arriba del murallón, vi al niño musulmán con la cara cruzada por un
látigo de aceite negro; de pronto este
látigo de aceite negro cruzó el espacio, y ya no le vimos más.
Roberto Arlt
"Cuando todo está en calma abajo, en la montaña hay tormenta, los arroyos empiezan a tomar fuerza y toman rumbo hacia la cañada", dijo después de una bocanada. En la época de lluvias este río es fiero, un látigo marrón, un temblor fuera de cauce, es todo fuerza.
El canto de las nuevas liturgias es la combinación de siniestros ruidos que se anudan unos a otros en el extremo de sus ecos; la plegaria, el lamento, el silbido del
látigo, el crujimiento de los huesos triturados por la herradura de los caballos, el rechinamiento de las puertas de los presidios, la maldición del sicario, la caída de los cuerpos en las aguas del mar, el chisporroteo de las rancherías incendiadas, el paso cauteloso del espía, el cuchicheo del denunciante, la risa del cortesano, el clamor de la adulación, el lloro de los pequeñuelos y el murmullo monótono de oraciones estúpidas ...
Práxedis G. Guerrero
Hace poco yo estaba viendo a alguien, hay que ver lo que significa que, tiene una significación para nosotros, cada quien le dará su propio enfoque, yo le doy el mío como bueno amante del béisbol que he sido toda mi vida, y cuando tenía 15 años, soñaba con ser pitcher de los Gigantes de San Francisco, porque allá estaba el “látigo” Chávez, en ese estadium, bueno ese creo que es un estadium nuevo ahora ¿no?, no es el mismo; pero hay que...
yo por eso iba a los Gigantes en memoria, in memoriam de Isaías, Néstor Isaías Chávez; no lo conocí, no fue familia mía, era un muchacho de Chacao, a los 19 años fue representando al Distrito Federal a un nacional de béisbol, venía de los Criollitos de Venezuela; organización en la que yo jugaba también, pero bueno ya yo era todavía infantil, junior; pero el “látigo” era juvenil y el “látigo” fue a Margarita, lanzó allá, no sé, batió récord allá, poncho a todo el mundo; el “látigo” Chávez empezaron a llamarlo.
Yo creo que el “látigo” fue el segundo pitcher, le preguntaba a Jorge hace poco por teléfono, Jorge tú que conoces la historia del béisbol mejor que yo, el “patón” Carrasquel fue el primero, pitcher y creo que el segundo fue Isaías Chávez; y ya había ganado el primer juego, era abridor cuando se mató —lamentablemente— aquél domingo terrible, de un avión que cayó en Ziruma, en Maracaibo, no sé cuántos muertos; entre ellos, el “látigo” Chávez, 21 años.
La escoltaban doce preciosas doncellas, todas vestidas de blanca seda y cabalgando en caballos negros como azabache, mientras la princesa montaba un corcel blanco como la nieve, adornado con diamantes y rubíes; su traje de amazona era de oro puro, y el
látigo que sostenía en la mano relucía como un rayo de sol, mientras la corona que ceñía su cabeza centelleaba como las estrellitas del cielo, y el manto que la cubría estaba hecho de miles de bellísimas alas de mariposas.
Hans Christian Andersen
torpe y bruja, ni hay galera en Madrid que la reclame? ¿Y no quieres, Andrés, que brame y cruja el
látigo tendido en la cloaca que a Sodoma y Gomorra sobrepuja?
Mariano José de Larra
204.- El juez o autoridad que arrancare declaraciones o confesiones contra las personas indicadas en el artículo anterior, por medio del látigo, de prisión, de amenaza o de tormento, será reprimido con prisión de dos a cinco años y privación de los derechos de ciudadanía por igual tiempo al de la condena.